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Sarmiento Domingo Faustino

Recuerdos de provincia es, sin duda, uno de los libros más brillantes y perdurables de Sarmiento. El libro apareció por primera vez en 1850, en él historiaba su vida, historiaba las vidas de los hombres que habían gravitado en su destino y en el de su país, historiaba sucesos casi inmediatos, de repercusión dolorosa. La forma de los hechos contemporáneos suele ser indistinta, es menester que pase mucho tiempo antes que percibamos su configuración general, su básica y secreta unidad. Sarmiento ejecuta la proeza de ver históricamente su actualidad, de simplificar e intuir el presente como si ya fuera pasado. Tamaño: 852 Kb, Sociales, América, Argentina
El Chacho es una crónica sobre un personaje de la Argentina del siglo XIX, el `último caudillo de la montonera de los Llanos`, escrita por Sarmiento con precisión y numerosos datos. Tamaño: 103 Kb, Sociales, América, Argentina
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Ensayo El título original de este tratado es `Argirópolis o la Capital de los Estados Confederados del Río de la Plata. Solución de las dificultades que embarazan la pacificación permanente del Río de la Plata, por medio de la convocación de un Congreso, y la creación de una capital en la isla de Martín García, de cuya posesión (hoy en poder de la Francia) dependen la libre navegación de los ríos, y la independencia, desarrollo y libertad del Paraguay, el Uruguay y las provincias argentinas del Litoral`. Con este título tenemos una idea bastante detallada de lo que Sarmiento quiere demostrar. Este tratado nos adentra en la historia argentina desde 1827, siempre desde la particular y pacifista postura de Sarmiento. No se trata de hacer política, sino de informar e intentar acabar `con la guerra, constituir el país, acabar con las animosidades, conciliar intereses de suyo divergentes, conservar las autoridades actuales, echar las bases del desarrollo de la riqueza y dar a cada provincia y cada estado comprometido lo que le pertenece` como él mismo describe en su libro. Su planteo no es más que la propuesta de realizar, en la isla Martín García, la capital del Virreinato del Río de la Plata, no propone conquistar ni arrebatar a Uruguay y Paraguay, sino realizar de común acuerdo, y por razones geográficas muy analizadas, la capital en el centro del Río para a aprovechar el flujo de los ríos y, de esta manera, facilitar y fortalecer los vínculos y el comercio local y con Europa. Tamaño: 226 Kb, Sociales, América, Argentina
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En los períodos de 1829-1832 y de 1835-1852 los destinos de lo que hoy llamamos República Argentina son guiados por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas. En el marco de la guerra civil entre unitarios y federales que fractura el país, Rosas logra establecer un orden signado por la violencia. Entre los opositores al régimen se encuentra Domingo Faustino Sarmiento quien, a partir de su labor periodísticas y de la publicación de textos como Facundo (1844) o sus Viajes (1848), ensaya -desde el exilio- una férrea confrontación con Rosas. Cuando en 1852, el gobernador de la provincia de Entre Ríos, Justo José de Urquiza, decide alzarse al frente del Ejército Grande para derrocar a Rosas, Sarmiento se alista a su lado esperando ocupar un lugar como su consejero. Campaña en el Ejército Grande es la narración de ese intento fallido. En este trabajo proponemos recorrer el texto de Sarmiento prestando particular atención al papel que le asigna a la escritura como herramienta al servicio de la lucha política. Tamaño: 947 Kb, Sociales, América, Argentina
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El general fray Félix Aldao es una semblanza de la vida de Félix Aldao, una de las grandes figuras militares de la Argentina del siglo XIX. Quien tuvo una valerosa participación en la batalla de Chacabuco, decisiva en la emancipación de Chile, y más tarde ascendió ocupando diversos puestos en las jerarquías militares. Entre los acontecimientos que protagonizó estuvo la batalla en los Potreros de Hidalgo. Tamaño: 207 Kb, Sociales, América, Argentina
Domingo Faustino Sarmiento Viaje a Francia Selección y Presentación: Oscar Rodríguez Ortiz Páginas: 96 País: Perú Apenas publicado en forma de libro su Facundo, Domingo Faustino Sarmiento (1811-1888) emprende viaje a Europa con el propósito de conocer lo que se hace en agricultura o en educación para aplicarlo en su país. Sin embargo, a su mirada no puede escapar el curso de la política de cada nación visitada y la manera como en ella se percibe la situación de Argentina, sometida entonces a la dictadura de Rosas. Su viaje a Francia en 1846 representa el anhelo muy latinoamericano de conocer París, su río, sus bailes, las avenidas congestionadas y la experiencia de callejear sin objeto, junto con una amplísima y galopante meditación que lo mismo diserta sobre el utopismo de Fourier, cae en arrebato romántico a la vista de las ruinas y de los monumentos góticos, así como se interesa en que su obra sea traducida, y en sostener citas con los personajes claves del momento a fin de hablarles respecto a la barbarie. Desde luego la francofilia del escritor es producto de la hispanofobia de quien desea cambiar y modificar todo el presente y pasado de su país. En otros volúmenes de esta misma colección se recogerán las páginas relativas a los demás lugares visitados por Sarmiento. Tamaño: 682 Kb, Narrativa, Crónicas-Viajes
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Don Domingo Faustino Sarmiento, con su experiencia de educador, militar, embajador, periodista, escritor, estadista, se da perfecta cuenta de los valores cívicos de Francisco J. Muñiz. Sobre Muñiz, él relee, pregunta, entrevista, indaga en los antiguos papeles familiares y en lo publicado en la Gaceta, en todas partes, en cuanto puede. Admira al sabio y feliz galeno. Sabe que la figura de Muñiz es un ejemplo que hay que hacer perdurar. Se apura en investigarlo más, en escribir su biografía e incorporar casi todos sus escritos. Usa tanto su memoria como lo que se dice, conjuntamente con lo que tiene a mano. Sarmiento, polifacético y en mil obligaciones, pierde a veces el orden de las cosas y en su casi veneración, agrega y quita, sin atenerse a lo estricto. No resta esto nada de mérito al gran estadista, al contrario. Su afán es ganarle al tiempo y al olvido... y lo logra imprimiendo a Muñiz sobre el papel. Si la biografía de Sarmiento no es perfecta, si contiene errores o confusiones, aún así merece ser tomada muy en cuenta porque recoge un sentir casi contemporáneo sobre una personalidad única. Es el primer documento sobre los manuscritos y publicaciones que quizás se hubieran perdido de no haberse compilado temprano. Es la memoria ensalzada con la pasión humana, no sólo una delicada disección de la historia. Las depuraciones históricas llegarían más tarde. http://goo.gl/5I0gU Tamaño: 1.510 Kb, Literatura, Biografías
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Sarmiento aprovecha sus múltiples viajes por el mundo para reflexionar sobre los lugares que visita y para buscar modelos de referencia o de rechazo para su actividad en el continente americano. Tamaño: 1.612 Kb, Narrativa, Crónicas-Viajes
Sarmiento aprovecha sus múltiples viajes por el mundo para reflexionar sobre los lugares que visita y para buscar modelos de referencia o de rechazo para su actividad en el continente americano. Tamaño: 1.355 Kb, Narrativa, Crónicas-Viajes
A mi llegada a Roma a principios de 1847, cayo en mis manos el siguiente opúsculo, cuya lectura interesaba allí vivamente, como todo lo que tiene relación con Pio IX, y creyendo que en América, y, sobre todo, en Chile, causaría igual sensación, envíelo a mis amigos para que lo pusieran al alcance del público. Yo he regresado en 1848, y todavía he podido ser yo mismo el intérprete de la sencilla narración que contiene. Habiendo tenido la satisfacción de ser el primer americano, a quien S.S. Pío IX recibiese, pude oír de su boca cuantas muestras puede darse de afección por un país. Chile ocupa un lugar preferente entre los recuerdos de su vida, siéndole siempre grata la memoria de las personas y lugares que conoció en América. Preguntábame de la salud y existencia de muchas personas que yo no conozco en Chile, Mendoza y Buenos Aires, y su complacencia era extremada cuando podía yo darle noticias satisfactorias. Tamaño: 874 Kb, Narrativa, Crónicas-Viajes
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Cuando su hijo adoptivo falleció en la guerra de Paraguay, con 21 años, el autor se propuso componer un relato de su vida. Con ese fin escribió unos borradores que se perdieron y, dos años antes de su muerte, volvió a redactarlo y lo dio a la imprenta. En él contó con detalle todo su proceso de aprendizaje y descubrimientos durante la infancia y la primera juventud y, para los años en que ya no vivieron juntos, recurrió a testimonios de otras personas. Tamaño: 1.015 Kb, Literatura, Biografías
Según Sarmiento, nuestra escuela debe ser laica. Lo exigen factores determinantes del progreso social, razones de orden cultural y necesidades del régimen democrático y republicano. De ahí su campaña encendida y, a menudo, violenta en favor de la laicidad escolar, desarrollada primero en las páginas del El nacional con motivo del Congreso Pedagógico en 1882, y dos años después en los debates que tuvieron lugar en el Parlamento al examinar el proyecto de ley que sería adoptado. Ciertamente, no puede verse en esta actitud un rasgo de ateísmo o un estado espiritual contrario a la religión, en cuanto ideal superior. Sus sentimientos cristianos y su respeto a la religión están probados por diversos actos docentes, tales como la difusión entre los escolares chilenos de La conciencia de un niño (libro sobre doctrina católica que contiene rezos) y la Vida de Jesucristo (texto que explica los Evangelios), así como por reiteradas manifestaciones que pueden leerse en La escuela sin la religión de mi mujer y en muchos otros trabajos. Mas Sarmiento nunca intentó confundir a nadie empleando el término -cristiano- con alcance limitado al que profesa la religión católica. Por el contrario, tuvo una posición perfectamente definida al respecto. Honró a Jesucristo y exaltó la doctrina de la Iglesia protestante, sustentadora de ideas, al mismo tiempo que combatió la educación clerical y la teología católica en nombre de la ciencia moderna y del progreso nacional. Tamaño: 321 Kb, Literatura, Biografías
El Zonda fue un periódico de la Provincia de San Juan de corte liberal y unitario editado por Domingo Faustino Sarmiento durante el año 1839 durante la gobernación de Nazario Benavidez. Volvió a ser editado en 1862 durante la gobernación de la provincia por Sarmiento. Desde El Zonda Sarmiento criticó duramente al gobierno nacional y al provincial y dio difusión a su ideario liberal y unitario. Esto causó gran escándalo en su época ya que se trató del primer periódico de la provincia que criticaba a los gobernantes. Tamaño: 618 Kb, Sociales, Periodismo
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Del autor: Creemos que será de algún interés para los que honran la memoria del Dr. Vélez, conocer varios detalles de su larga y fructuosa vida. Nuestra historia contemporánea no ha reunido aún sus variados elementos, y estos apuntes que inician lo que más tarde será la biografía de nuestros prohombres, son como los cantos informes aún de que habrá de construirse la obra. Hemos recogido de boca del señor Vélez mismo algunos hechos, que venían como por accidente recordado, al hablarse de cosas pasadas, y los otros del contacto en la vida pública por muchos años, o de los documentos y obras que llevan su nombre. Habrían sido de mucho interés para el lector, y arrojado mucha luz sobre hechos lejanos de que fue testigo o contemporáneo unas Memorias de su pluma. Habría sido la historia anecdótica de la guerra civil que vio nacer, y se creó con él, hasta poder extinguirla en los últimos años de su vida, pero el sello especial que a su espíritu habían impreso sus estudios legales y económicos, le hacían mirar como frívolos tales escritos, de que gustaba sin embargo, cuando otros los producían. Tamaño: 1.664 Kb, Literatura, Biografías
Biografía de Santiago R. Albarracín publicada por Sarmiento en el año 1869 en varios números de la revista El Progreso. Sarmiento no firma esta obra dedicada a quien llama su -pariente y amigo- en otros escritos y aún en este, citándose a sí mismo. La obra sin duda le pertenece. Algunos pasajes, como el de la muerte de Albarracín, similar a la del Deán Funes en Recuerdos de Provincia, es claramente de su mano. Otros artículos suyos, relacionados con la educación, el clero y la masonería aparecen en la revista bajo el seudónimo de -V-. El motivo por el que el autor no da su nombre es de carácter político. Sarmiento, para ejecer la Presidencia de la República, ha renunciado a la masonería pocos meses antes. Sus colaboraciones serán anónimas. Tamaño: 401 Kb, Literatura, Biografías
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BIOGRAFIA:
Domingo Faustino Sarmiento (San Juan, Argentina, 15 de febrero de 1811 - Asunción del Paraguay, 11 de septiembre de 1888) fue un político y escritor argentino, llegando al cargo de presidente del país entre 1868 y 1874.
A través de su vida, este intelectual logró desarrollar plenamente sus vocaciones y convertirlas en realizaciones concretas por las cuales su memoria es guardada con respeto. Su interés por los asuntos públicos lo condujo a la presidencia de su país, Argentina, y su preocupación por la educación del pueblo se expresó en decisivos aportes para la ampliación y la mejora del sistema público de enseñanza en Chile y Argentina. Como literato, escribió cincuenta y dos libros, entre ellos su obra más célebre, `Facundo`, que retrata fielmente la identidad de su patria y sus contradicciones.
Sarmiento nació en un humilde hogar de San Juan, el 15 de febrero de 1811. Su instrucción primaria la recibió en una escuela pública de esa ciudad, donde sus maestros advirtieron la precoz inteligencia del niño e intentaron hacerlo ingresar en el Seminario de Córdoba, donde podría desarrollar de mejor forma sus habilidades. Fracasado éste y otro intento por permitirle al muchacho recibir una educación acorde a su capacidad, Sarmiento debió completar su formación mediante un esfuerzo autodidáctico de extensas lecturas y profundas conversaciones con adultos. A los doce años, ya leía y escribía el latín casi a la perfección, y a los catorce se desempeñó como maestro primario en una escuela rural que él mismo habilitó.
La relación intelectual con sus tíos puso a Sarmiento en contacto con las ideas liberales, aproximándose a las posiciones de los unitarios bonaerenses, con quienes compartió valores culturales pero receló de algunos excesos del centralismo. Así, en 1829 se integró como teniente al ejército del general José María Paz, quien luchó por imponer la autoridad del gobierno porteño en las provincias del interior, pero la derrota de Chocón frente al caudillo riojano Facundo Quiroga lo obligó a buscar refugio en Chile.
Al llegar a Chile, se empleó en diversos oficios anónimos, como dependiente de una tienda, minero en el Norte Chico y profesor, pero pronto sus artículos publicados en `El Mercurio` de Valparaíso le valieron el reconocimiento en los círculos intelectuales, especialmente en asuntos pedagógicos. La publicación de sus primeras obras literarias y la participación en polémicas con intelectuales de peso, como Juan Bautista Alberdi y Andrés Bello, consolidaron su prestigio y le valieron la confianza del gobierno, que le encomendó la creación de la Escuela Normal de Maestros, primera en América Latina. Entre 1845 y 1848, el gobierno chileno lo envió a Europa y Estados Unidos para estudiar y evaluar distintos posibles modelos de educación primaria para implantar en el país. Durante el viaje, se encontró con otros exiliados argentinos como Bartolomé Mitre, Florencio Varela y Esteban Echeverría, lo que reavivó su preocupación por el destino de su país.
Luego de la caída del tirano Juan Manuel de Rosas, en febrero de 1852, Sarmiento regresó a Argentina, acompañado de una bien ganada reputación y de una sensata propuesta para resolver definitivamente la pugna entre Buenos Aires y las provincias. Ingresó de lleno en la vida política de su país, como servidor público en asuntos educacionales y como legislador en su provincia y en el Senado de la Nación.
Después de cumplir misiones diplomáticas en Chile, Perú y Estados Unidos, en 1868 Domingo Faustino Sarmiento fue elegido Presidente de la República. Su administración, que se extendió hasta 1874, estuvo marcada por un decidido apoyo a la instrucción pública, por el fomento de la migración europea y por el alivio de la tensión entre las provincias. Concluido su período presidencial, Sarmiento continuó sirviendo a su país desde distintos cargos hasta su muerte en 1888, en Asunción, Paraguay.