V I C H A D A .... Sí Aprende

Carver Raymond

`Bill y Arlene Miller eran una pareja feliz. Pero de vez en cuando se sentían que solamente ellos, en su círculo, habían sido pasados por alto, de alguna manera, dejando que Bill se ocupara de sus obligaciones de contador y Arlene ocupada con sus faenas de secretaria. Charlaban de eso a veces, principalmente en comparación con las vidas de sus vecinos Harriet y Jim Stone. Les parecía a los Miller que los Stone tenían una vida más completa y brillante. Los Stone estaban siempre yendo a cenar fuera, o dando fiestas en su casa, o viajando por el país a cualquier lado en algo relacionado con el trabajo de Jim.` (...) Tamaño: 32 Kb, Literatura, Estudios
¿Quién lee cuentos, uno se pregunta, y me gusta pensar que los leen hombres y mujeres en salas de espera, que los leen en viajes aéreos transcontinentales en vez de ver películas banales y vulgares para matar el tiempo, que los leen hombres y mujeres sagaces y bien informados quienes parecen sentir que la ficción narrativa bien puede contribuir a nuestra comprensión de unos y otros, y algunas veces, del confuso mundo que nos rodea...En los cuentos de mis estimados colegas -y en algunos míos- encuentro esas casas de verano alquiladas, esos amores de una noche, y esos lazos extraviados que desconciertan la estética tradicional. No somos nómadas, pero -sin embargo- subsiste más que una insinuación en el espíritu de nuestro gran país, y el cuento es la literatura del nómada. Extraído del prólogo del libro escrito por John Cheever. Carver formó parte del grupo de escritores del dirty realism, alcohólico hasta casi la muerte, cuando conoce a su mujer, su vida da un giro, comienza a escribir nuevamente, sobre cosas cotidianas, en un lenguaje sencillo, muchas veces comienza sus historias a partir de una imagen o una primera frase, intercalando el relato con la poesía. Sus historias son sencillas, entendibles, por eso es uno de los escritores americanos más leidos y disfrutados. En éste libro encontraran los siguientes relatos: Distancias Cortas, Escribir un cuento, ¿Quieres hacer el favor de callarte, por favor? (1976),Vecinos, No son tu marido, El padre, Nadie decía nada, Póngase usted en mi lugar, Tiempos revueltos y otras historias (1977),Tiempos revueltos, De qué hablamos cuándo hablamos de amor (1981),Belvedere, Mecánica popular, Cathedral (1983),Plumas, La casa de Chef, Desde donde llamo, El tren, fiebre, El elefante (1988),Intimidad,Tres rosas amarillas, Si me necesitas, llámame (2000),¿Qué queréis ver?, sueños, La vida de mi padre Tamaño: 261 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos
Tres Rosas Amarillas está integrado por siete relatos, donde Raymond Carver va entreverando, como en el resto de su obra, algunos aspectos de su biografía. En los seis primeros (dejando fuera el relato titulado Tres Rosas Amarillas) aparece el escenario típico de los relatos carverianos, el de los perdedores, el de las parejas al borde de la ruptura, el de las familias desgajadas, etc. Un hecho notable es que el alcohol ha desaparecido prácticamente de estas páginas. Ahora sus personajes beben Pepsi o incluso leche. De hecho, un personaje tiene un sueño con el whisky y, al despertar, considera que es lo peor que le podía haber pasado. El relato Cajas debe su título a las cajas en que una mujer, la madre del narrador (tal vez la del propio Carver), tiene almacenadas todas sus pertenencias (toda su vida, si se prefiere), preparada siempre a cambiar de domicilio y rehacer de nuevo su vida. Pronto encontrará algún motivo sólido para detestar el nuevo lugar de acogida. En Quienquiera que hubiera dormido en esta cama una pareja recibe una llamada telefónica en mitad de la madrugada, una mujer borracha pregunta por alguien que no vive allí. Tras dejar descolgado el teléfono, el en principio inofensivo incidente desencadena una serie de reacciones, de preguntas, en la pareja, sobre la confianza entre ambos, la enfermedad? Finalmente, con el teléfono ya colgado otra vez, se recibe una nueva llamada por parte de la misma mujer. Ese hubiera sido un final perfecto, pero Carver añade una página entera que termina por deslucir, desde mi punto de vista, un poco el relato.En Intimidad un hombre, de paso por la ciudad donde vive su ex-esposa, decide acercarse a verla. Ella aprovechará su estancia breve en la casa para desahogarse lanzándole un reproche tras otro, mientras el tipo aguanta estoicamente sentado. Finalmente, la mujer le informa de que no tiene que preocuparse: pese a todo, lo ha perdonado. En Menudo de nuevo estamos ante un hombre, uno casado, que no puede dormir. Está espiando lo que ocurre en la casa de los vecinos, a su vecina, con la que tiene un affaire. El hombre rememora lo que ha sido su vida sentimental: con Molly, la mujer de toda su vida, con Vicky, su mujer actual, a la que engaña, y con Amanda, la mujer de la casa de al lado, la que se supone que ha de ser el amor del futuro cercano. El elefante es casi una fábula, moraleja incluida. Un hombre se ve acorralado por las continuas peticiones económicas que hacen miembros de su entorno (acaso el entorno del propio Carver): su madre, su hermano, sus hijos?, y que van mermando progresivamente su calidad de vida, al menos en lo material. Tal es el acoso que sufre el tipo que amenaza con dejarlo y largarse a Australia. Después el hombre, desmotivado y en su cama, tiene un sueño `alguien me había ofrecido whisky, y yo lo había bebido. Y eso era lo que me había asustado. El beber aquel whisky era lo peor que podía haberme sucedido. Era tocar fondo. Comparado con ello, lo demás era un juego de niños`. Esta suerte de epifanía, que le lleva a comprender que en realidad la vida no es más que una sucesión de problemas que hay que estar resolviendo continuamente, es lo que hace que el hombre se levante de la cama y salga a trabajar. En Caballos en la niebla el protagonista recibe una misteriosa carta que alguien ha pasado por debajo de la puerta de su estudio. El hombre, con una memoria prodigiosa, la lee, mientras en el exterior la niebla se va haciendo dueña de lo noche. Aparentemente, la carta ha sido escrita por su propia esposa, con la que comparte casa y vida, si bien la letra no es la suya. En ella, la esposa constata el declive de su matrimonio. El marido no ha terminado de leer la larga carta cuando ya corre a pedir explicaciones a su mujer. La encuentra al lado de la casa, vestida con sus mejores galas y con una maleta, a punto de marcharse. Es justo ese el momento en que se produce un hecho tan extraordinario como poético: dos caballos aparecen en mitad de la madrugada, emergiendo de entre la niebla. La mujer acaricia sus crines. Finalmente, aparecerán un policía (un hombre sarcástico que se ríe del amor) y el camionero encargado de meter a los dos caballos en un furgón de transporte. La mujer se va en el camión, y el esposo comprende que esa marcha no tiene vuelta atrás. En cuanto al detalle de la letra de la carta, cuyo enigma ha impulsado el relato hacia adelante, Carver opina que no es necesario explicarlo, lo considera un detalle sin importancia. `¿Cómo podría serlo después de las secuelas de la carta?’. Tres Rosas Amarillas es el relato que como auténtico broche de oro cierra el libro y que le da título (también se lo da a una librería madrileña). Probablemente es el mejor de todo el volumen. Carver abandona su universo habitual y hace un relato de época: los últimos años de uno de sus maestros, el ruso Anton Chejov. Desde que le es diagnosticada la tuberculosis Carver va describiendo el avance lento pero inexorable de la enfermedad (también la del propio Carver), hasta su muerte en un hotel, un final entre agónico y apoteósico, con Chejov brindando con el mejor champaña, junto a su médico y su esposa. Después, un despistado empleado del hotel, ajeno por completo al drama, aparecerá portando un jarrón con tres rosas amarillas con el que no sabe muy bien qué hacer, y ofreciendo la posibilidad de desayunar en el jardín. El relato, en el que esta vez no sobra absolutamente nada, es toda una joya, un homenaje a su maestro. http://goo.gl/gU6Rh Tamaño: 135 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos
Sin heroísmos, por favor (No Heroics, Please), cuya edición original data de 1991, es un recopilatorio de textos inéditos en España de Raymond Carver llevado a cabo por William Stull, crítico norteamericano que propuso a Tess Gallagher la posibilidad de reunir en un libro los textos que Carver había publicado en diferentes revistas y periódicos a lo largo de toda su carrera. El volumen recoge cinco de los primeros relatos de Carver: -Tiempos revueltos-, -El pelo-, -Los aficionados-, -Poseidón y compañía- y -Manzanas rojas y brillantes-, única pieza en la que Carver explora las posibilidades narrativas de las corrientes experimentalistas que tanto éxito tuvieron en los setenta y que Carver rechazaría años después en sus escritos críticos. Tamaño: 193 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos
Raymond Carver había ya ingresado en ese parnaso donde la obra de un escritor está completa. Al parecer, todo lo que importaba había sido ya publicado. Pero ahora, años después de su muerte, la viuda de Carver, escritora y poeta, ha encontrado y editado cinco relatos. Relatos espléndidos, estremecedores, con hombres que han dejado de beber y están en la línea divisoria entre dos vidas, con parejas que ya no se aman y empiezan a mirarse como extraños, con un escritor que ha abandonado a su mujer y está intentando empezar a escribir otra vez a partir de `ese vacío que es el comienzo de todas las cosas`. Tamaño: 96 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos
Los deslumbrados lectores de `Catedral`, primer libro publicado en España de Carver, reencontrarán en `De qué hablamos cuando hablamos de amor` la atmósfera y los personajes de un autor que dominó indiscutiblemente el panorama literario norteamericano de los años 80. Parejas que se despedazan, compañeros que parten desesperadamente a la aventura, hijos que intentan comunicarse con sus padres, un universo injusto, violento, tenso, a veces irrisorio... En palabras de Roberto Fernández Sastre, Carver «no designa lo intolerable, sino que lo nombra. Sin concesiones hacia nada ni hacia nadie, rescata lo real en su esencialidad amorfa y brutal». Tamaño: 127 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos
La versión original sin corregir de la obra maestra de Carver. Tim O’Brien, dijo una vez de Raymond Carver, «utiliza el inglés como una cuchilla: talla piezas de prosa austeras y exentas de adornos y para ello la despoja de todo salvo del meollo mismo de la emoción humana». Principiantes es el libro de relatos más famoso de Raymond Carver?De qué hablamos cuando hablamos de amor? antes de pasar por tal proceso de tallado. Es la versión «sin corregir» de la obra maestra de Carver, que acabaría sufriendo una poda de casi el cincuenta por ciento por parte de Gordon Lish, a la sazón editor y mentor de Carver, previa a su publicación en 1981. Andando el tiempo, el texto que vio la luz llegaría a convertirse en una de las obras que más influencia han ejercido en la literatura moderna. La preocupación de Carver por la médula de las cosas se halla tan presente en los relatos originales como en los que fueron publicados tras la poda de Gordon Lish. Una jovencita que baila con su novio en el jardín delantero de una casa, en medio de los restos materiales de la vida de su propietario, un hombre de edad mediana, percibe el primer aviso de los peligros de la vida adulta y siente que la colma una «felicidad insoportable». Un hombre y una mujer se encierran en la habitación de un motel y dolorosamente, despacio, reconocen el final de su relación. Al mismo tiempo, en otra parte de la soledad del Medio Oeste, a un hombre le sacan fotografías y más fotografías mientras trata de ubicarse en un mundo que se le antoja desenfocado por completo. Pero a medida que nos movemos a través de las pequeñas y múltiples tragedias inscritas en el corazón de «lo común y corriente» -siempre presente en la narrativa de Carver-, se nos van revelando nuevos significados, nuevos matices. Principiantes es una incursión honda y fascinante en la estética de uno de los grandes autores contemporáneos y los interrogantes que suscita quizá puedan desencadenar un gran debate literario. Tamaño: 31 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos
Se ha afirmado que el relato es la forma narrativa por excelencia en la literatura norteamericana actual y que Raymond Carver es el maestro indiscutible en este registro. En cada relato de Catedral se revela la presencia latente o la intrusión de terrores extraordinarios en una existencia ordinaria (Cathleen Medwick). El propio Carver ha escrito: `Pienso que es bueno que en un relato haya un leve aire de amenaza... Debe haber tensión, una sensación de que algo es inminente. Sus personajes son gente de lo más común: trabajadores manuales, empleaduchos, parados, parejas a la deriva... desamparados, golpeados por la vida, muchos de ellos bebedores, acceden, a pesar suyo, a una suerte de dimensión heroica, tercos testimonios de una realidad implacable. Su estilo es escueto, lacónico, opera por sustracción, se ha dicho que Carver inaugura una nueva visión, un nuevo método, una nueva tonalidad. Una de las voces más originales que han aparecido en la narrativa norteamericana desde hace muchos años. Tamaño: 471 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos
Sería un error considerar que la poesía de R. Carver (1939 - 1988) es un complemento a sus relatos breves. El propio Carver señaló que su obra poética la consideraba más esencial y el medio con el que mejor expresaba sus sentimientos. No consideraba su poesía como un hobby, sino como una verdadera necesidad. Su inigualable talento para convertir a gente y situaciones vulgares en casos extraordinarios, tan presentes en su obra, se hacen más excelsos y primorosos en estos Poemas Póstumos. Tamaño: 347 Kb, Poesía, América
Viven en Los Ángeles y no son las mejores personas del mundo. Tampoco las peores, y eso a veces se convierte en una bomba de tiempo. Matrimonios, adulterios, alcoholismo, enfermedad, mentira y parientes explotan en las manos de Raymond Carver. Sus criaturas intentan hacerse cargo de sus vidas como pueden en cada uno de los breves y lacónicos episodios donde en lo inesperado siempre irrumpe lo llano: un empleo mediocre, la muerte de un hijito, un sábado de visita en la casa de los vecinos, una sorpresa, una conversación que parece que no irá a ninguna parte. La celebrada versión de estos nueve relatos y del poema «Lemonade» que realizó Robert Altman en 1993, en su película Short Cuts, que ha dado título a esta selección, es la prueba de que es verdad lo que tantos presienten al leer los cuentos de Carver: su imaginación tiene carne y hueso. Tamaño: 365 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos
`Este primer libro de Carver, publicado cuando su autor contaba ya 37 años de edad, consta de veintidós cuentos (algunos de ellos, brevísimos) que son como chispazos, lo que un paseante puede ver de la vida de una familia al pasar frente a una ventana o una puerta entreabierta. La historia ya existía allí y nunca es la intención de Carver la de contarla de modo completo, de hecho, parece que Carver es dueño de una finísima intuición que le permite comprender los límites de sus posibilidades y sus verdaderas oportunidades de éxito en la empresa. Para triunfar, el estilo de Carver necesita de un muy particular tipo de lector.` `Los relatos de Raymond Carver son extraordinarios por su lenguaje, por su música y por su tremenda y aterradora visión de la vida corriente norteamericana. Carver se encuentra entre los escritores más auténticamente americanos de hoy día» (Leonard Michaels).` Tamaño: 939 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos
Una de las virtudes de Raymond Carver, quizá la mayor, es la invisibilidad de su estilo. La transparencia de su escritura hace que desaparezcan todos los resortes de la creación, incluso cuando él mismo los señala en Tu perro se muere, uno de los poemas que abre Todos nosotros, donde se hace una poderosa reflexión sobre el acto de escribir sin que apenas nos venga a la cabeza el término metaescritura. Esa imperceptibilidad de los recursos que lo hermana con William Carlos Williams (pensemos, por ejemplo, en el poema A proletarian portrait), se reviste de temáticas algo más punzantes que las del anterior, cercanas a Charles Bukowski, a quien Carver cita en más de una ocasión y dedica algún poema, caso de No sabéis lo que es el amor (una tarde con Charles Bukowski). La distancia entre ambos autores, creo, reside en el distinto punto de vista con que abordan temáticas semejantes. En el caso de Bukowski encontramos en los textos un aire más barojiano y nihilista, se queja sin remedio de todo y por todo, mientras que en Carver la atmósfera semeja al realismo poético de Chejov o a los pasajes más líricos de la prosa de Hemingway, con quien guarda bastantes similitudes. Carver y Bukowski se redimen del alcohol a través del amor y la escritura, ahí reside su parecido, pero la forma de llevarlo a cabo resulta diferente, a pesar que a ambos se les encierre bajo la etiqueta de realismo sucio. Todos nosotros, versión española de los Collected Poems de Carver, está repleto de poemas confesionales donde lo más cotidiano resulta el vehículo perfecto para la expresión de sentimientos íntimos, algo que insiste en la veta abierta por Wordsworth y Coleridge en las Lyrical Ballads, donde lo no poético y el lenguaje coloquial se convertían en poesía. En Carver encontramos muchos de esos elementos traduciendo las vivencias de personajes proletarios de la segunda mitad del siglo XX en Estados Unidos. Los retratos que lleva a cabo el escritor -aunque en el caso de los poemas de Carver deberíamos hablar de autorretratos- recuerdan a los que llevó a cabo el fotógrafo Richard Avedon en la década de los ochenta con su trabajo In the American West, en aquellas fotografías la intensa poeticidad nacía de una transparencia afectiva extrema que se transformaba en una cruda desnudez de los sentimientos. Es cierto que lo dicho de Raymond Carver con respecto a Avedon quizá sirve más para sus cuentos que para sus poemas, pero el proceder de Carver resulta igual de útil para las situaciones retratadas, con la salvedad de que el retratado suele ser él mismo a través de determinadas vivencias. Las relaciones familiares ocupan un lugar importante en todo el libro y aparecen siempre como hechos irreversiblemente dolorosos, con la excepción de Tess Gallagher, escritora y esposa del autor, a quien Carver expresa su gratitud en repetidas ocasiones por rescatarle del infierno en el que se encontraba. El trayecto vital del escritor aparece de un modo optimista en Todos nosotros ya que después de unos primeros años muy difíciles encuentra el amor -el de Tess- que le acompañará hasta la muerte. Su periplo vital se resume en uno de los más bellos poemas del libro titulado Propina. El resultado de su vida se resume en la última nota encontrada por Tess Gallagher tras su muerte y que lleva el nombre de Último fragmento: ¿Y conseguiste lo que querías en esta vida? Lo conseguí. ¿Y qué querías? Considerarme amado, sentirme amado sobre la tierra. Tamaño: 1.367 Kb, Poesía, América
Raymond Carver alcanzó el éxito gracias a un puñado de volúmenes de relatos publicados en los últimos doce años de su vida. Su carrera fue breve debido a su temprana muerte. Sin embargo, su obra posee una intensidad sin parangón y ha dejado una huella indeleble, su influencia se ha extendido por todo el mundo. Fue, junto con Richard Ford y Tobias Wolff, el máximo exponente de lo que se bautizó como «realismo sucio». En sus cuentos, lacónicos, precisos, de una contenida intensidad emocional, transforma la vida en literatura siguiendo la estela de Hemingway y sobre todo de Chéjov, su gran maestro. De él aprendió a retratar con profunda humanidad a esos seres desamparados y desolados, golpeados por la vida, a los que convierte en héroes cotidianos: parejas al borde de la disolución, hijos que tratan de comunicarse con sus padres, alcohólicos en busca de una segunda oportunidad, parados, gente corriente de la América más profunda y real. Sus cuentos forman una elusiva y fragmentaria «gran novela americana». Y es que en Carver está la esencia de la verdadera América –doméstica, desquiciada, perpleja-, y sobre todo la esencia del alma humana retratada a través de una mirada que rechaza cualquier exceso sentimental, pero que, guiada por un depurado estilo, nos hiere directamente en el corazón como sólo es capaz de hacer la gran literatura. Tamaño: 1.323 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos

 

BIOGRAFÍA:

Raymond Clevie Carver, Jr. (25 de mayo de 1938 ` 2 de agosto de 1988), escritor estadounidense adscrito al llamado realismo sucio.
Carver nació en Clatskanie, Oregón y creció en Yakima, Washington. Su padre trabajaba en un aserradero y era alcohólico. Su madre trabajaba como camarera y vendedora. Tuvo un único hermano llamado James Franklyn Carver que nació en 1943.
Durante algún tiempo, Carver estudió bajo la tutela del escritor John Gardner, en el Chico State College, en Chico, California. Publicó un sinnúmero de relatos en revistas y periódicos, incluyendo el New Yorker y Esquire, que en su mayoría narran la vida de obreros y gente de las clases desfavorecidas de la sociedad estadounidense. Sus historias han sido incluidas en algunas de las más prestigiosas compilaciones estadounidenses: Best American Short Stories y el Premio O. Henry de relatos cortos.
Carver estuvo casado dos veces. Su segunda esposa fue la poetisa Tess Galagher. Alcohólico, cuyos efectos se manifiestan en algunos de sus personajes, Carver permaneció sobrio los últimos diez años de su vida. Era un gran amigo de Tobias Wolff y de Richard Ford, escritores también del realismo sucio.
En 1988, fue investido por la Academia Americana de Artes y Letras.
Los críticos asocian los escritos de Carver al minimalismo y le consideran el padre de la citada corriente del realismo sucio. En la época de su muerte Carver era considerado un escritor de moda, un icono que América `no podría darse el lujo de perder`, según Richard Gottlieb, entonces editor de New Yorker. Sin duda era su mejor cuentista, quizá el mejor del siglo junto a Chéjov, en palabras del escritor chileno Roberto Bolaño. Al hilo de esta idea cabe destacar un soberbio cuento dedicado a los últimos días del referido escritor ruso de nombre `Tres rosas amarillas`.
Su editor en Esquire, Gordon Lish, desempeñó un papel decisivo en concebir el estilo de la prosa de Carver. Por ejemplo, donde Gardner recomendaba a Carver usar 15 palabras en lugar de 25, Lish le instaba a usar 5 en lugar de 15. Durante este tiempo, Carver también envió su poesía a James Dickey, entonces editor de poesía de Esquire.
Carver murió en Port Angeles, Washington, de cáncer de pulmón, a los 50 años de edad.