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Buero Vallejo Antonio

Drama social. Tras la guerra, unos asilados (Goldmann, Silvano, Ana, Isabel, Carlos, un campesino...) escapan de un imaginario país europeo llamado Surelia. Acogidos en un pequeño albergue, Isabel es asesinada mientras el resto del grupo duerme. A partir de ese momento, la realidad y los sueños se confunden. En una dimensión onírica colectiva en la que la asesinada se aparece al resto del grupo. De vuelta a la realidad, Carlos acaba con la vida de Alejandro, el asesino de Isabel. Tamaño: 181 Kb, Teatro, Europa
Fabio, crítico de arte daltónico provoca con un artículo la muerte de un joven pintor, drogadicto, amante de su hija Aurora. Cuando ella lo descubre, le amenaza con divulgar su secreto. Tamaño: 205 Kb, Teatro, Europa
Desarrollada en un hospicio del París de 1771 El Hospital de los Quince Veintes, Valindín un negociante consigue que la monja que regenta la institución permita que, a cambio de 200 libras, seis mendigos ciegos que allí se acogen puedan tocar instrumentos musicales en la inminente fiesta de San Ovidio. El Concierto de San Ovidio viene a replantear el tema de la ceguera, ahora en circunstancias distintas de las de En la ardiente oscuridad. Por otra parte, reabsorbe el tema social situándolo en un plano que hasta aquí Buero Vallejo no había abordado explícitamente: el de la lucha de clases. En tanto que nueva incursión en el ámbito de lo trágico, avanza además en una dirección que incluye una dimensión fundamental de lo grotesco. El Concierto de San Ovidio viene a replantear el tema de la ceguera, ahora en circunstancias distintas de las de En la ardiente oscuridad. Por otra parte, reabsorbe el tema social situándolo en un plano que hasta aquí Buero Vallejo no había abordado explícitamente: el de la lucha de clases. En tanto que nueva incursión en el ámbito de lo trágico, avanza además en una dirección que incluye una dimensión fundamental de lo grotesco. Tamaño: 220 Kb, Teatro, Europa
«El sueño de la razón produce monstruos», escribió Goya al pie de uno de sus Caprichos. En esta obra El sueño de la razón, que su autor califica de «fantasía» y con la que da un paso decisivo hacia el «teatro total», se alza un nuevo retablo histórico con el gran pintor aragonés como protagonista. Se sitúa la acción en el momento en que es ya un hombre debilitado ante los excesos del poder político de Fernando VII. Había creído él en la «divina razón» y había soñado en una Ilustración que cambiara el país. El espectador de 1970 no necesitaba esforzarse para ver reflejada la situación de España en ese momento. Pero esto convierte a El sueño de la razón en una obra de circunstancias, porque la lección simbólica va más allá, apunta a los conflictos permanentes del ser humano y confiere al drama un valor universal de pensamiento y arte. Tamaño: 2.088 Kb, Teatro, Europa
Recluidos en un sótano, un grupo de vencidos en la guerra civil contempla la vida a través de un simbólico tragaluz. Jugando con el tiempo, Buero Vallejo consigue una dimensión de sobrecogimiento histórico que obliga al espectador a entrar en acción y afrontar los problemas de su entorno. Luis Iglesias Feijoo, de la Universidad de Santiago de Compostela, analiza El tragaluz como testimonio excepcional del acierto de combinar, dentro de un teatro de vocación realista, el interés por la intriga con la reflexión crítica. En Apéndice, Ana María Platas ofrece una rica selección de textos que ilustran el sentido y la trascendencia de la obra, y un detallado análisis de la obra que enriquece su lectura. El perfecto maridaje entre ética y estética eleva El tragaluz a la categoría de clásico contemporáneo. Tamaño: 318 Kb, Teatro, Europa
La obra de teatro En la ardiente oscuridad de Antonio Buero Vallejo critica la pasividad de la sociedad española de la posguerra ante el mandato totalitario de Franco. Es una tragedia de realismo simbólico que fue redactada en 1946 pero no se estrenó hasta 1950, por lo que es la primera obra teatral que escribió Buero Vallejo, aunque Historia de una escalera llegó al escenario un año antes. Tamaño: 139 Kb, Teatro, Europa
Historia de una escalera es una obra de teatro escrita por Antonio Buero Vallejo entre 1947 y 1948 por la que recibió el Premio Lope de Vega, se estrenó en el Teatro Español de Madrid el 14 de octubre de 1949. En ella se analiza a la sociedad española con todas sus mentiras y engaños. Fue llevada al cine por Ignacio F. Iquino. Tamaño: 1.626 Kb, Teatro,Europa
La obra refleja la convivencia en una casa de vecinos de un barrio humilde madrileño: sus esperanzas y frustraciones, sus recuerdos, sus problemas y sus temores. Frente a la feroz oposición de la portera, los vecinos encuentran la oportunidad para acudir y disfrutar de la azotea un día de fiesta que no se especifica (se mencionan `colgaduras en balcones`, y Nati dice que la fiesta no es `de guardar`, con lo que podría tratarse del 18 de julio). La invasión de la azotea la perciben como una primera señal de que algo puede cambiar y sus expectativas crecen con la predicción de Doña Nieves, la pitonisa que habita una de las viviendas, y que presiente que todos los vecinos pueden ser agraciados en el sorteo de lotería que se celebra esa misma tarde. En efecto, todos los vecinos juegan participaciones del billete custodiado por Doña Balbina, una señorona empobrecida de la que todo el mundo se mofa por su cursilería absurda en un barrio pobre, y que ha vendido fracciones a toda la casa. Hay un convencimiento general de que esta vez tocará y saldrán de pobres. En efecto, el diario vespertino trae como premiado con el gordo el número que juegan con doña Balbina. Se desata la euforia... pero su hija Daniela finalmente confiesa que el billete es falso, que es de otro sorteo, que en suma, las participaciones son falsas, pues necesitaban el dinero para salir adelante. Los vecinos se enfurecen y, capitaneados por Sabas, agreden brutalmente a doña Balbina, pero Silverio logra contenerles y convencerles para que no la denuncien. Doña Balbina reprocha agriamente a su hija lo que ha hecho y Daniela intenta suicidarse. Silverio vuelve a evitar la desgracia ajena. Pero Pilar, que en la trifulca se llevó un golpe de Sabas, fallece momentos después... Tamaño: 203 Kb, Teatro, Europa
La Fundación es una obra de teatro de Antonio Buero Vallejo, estrenada el 15 de enero de 1974 en el Teatro Fígaro de Madrid. Cinco personajes que parecen trabajar para un centro de investigación llamado La Fundación comparten espacio en lo que parece ser una agradable habitación con bonitas vistas. Según se avanza en el desarrollo de los diálogos, se descubre que tal situación no es sino la percepción subjetiva de uno de los personajes, Tomás, a través de cuyos ojos, el espectador conoce que la habitación es en realidad una celda, que La Fundación es la prisión y que los cinco personajes son cinco reclusos condenados a muerte. Se encuentran allí porque el propio Tomás, bajo tortura, los delató y el sentimiento de culpa le hizo perder el sentido de la realidad. Finalmente, la escena queda vacía, retornado su aspecto de habitación lujosa en la que se instalarán nuevos huéspedes. Tamaño: 816 Kb, Teatro, Europa
-La señal que se espera- de Antonio Buero Vallejo, fue estrenada la noche del 21 de mayo de 1952 en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. Condenada en su momento, tanto por la crítica como por el propio autor, hoy es rescatada del olvido y reivindicada en su justa dimensión, con sus aciertos y desaciertos, dentro de la enorme obra dramática de Buero Vallejo. Se trata de una comedia dramática resuelta en tres actos, ambientada -en algún lugar del noroeste de España, por la costa misteriosa y verde de Galicia-, según define su autor. La pieza entrelaza las historias de una serie de personajes que veranean en casa de Enrique. Entre ellos, se encuentra Luis, un compositor célebre, antiguo novio de Susana, la actual esposa de Enrique, quien desea averiguar si aún existe amor entre Luis y Susana. Luis, que casi enloqueció cuando Susana lo abandonó, ha dejado de componer y cree que sólo hay una forma de recuperar su cordura. Ha construido un arpa eólica porque cree que si el arpa toca, por sí sola, una melodía que se le ha olvidado, podrá reanudar su labor de compositor. En la casa se encuentran también, Julián, un huésped amigo de Enrique que necesita distraerse, tras ser abandonado por su mujer, y dos criados, Bernardo y Roseta, que esperan pacientemente que su único familiar, un sobrino que emigró hace muchos años, dé señales de vida. Todos, salvo Enrique, esperan día a día -la señal-, creyendo que con ello se resolverán sus problemas. Enrique, muerto de celos, porque cree que Susana todavía quiere a Luis, decide echarlo al día siguiente. Pero esa noche suena la melodía olvidada por Luis en el arpa?A partir de allí, empezarán a componerse y a aclararse las cosas hasta llegar a un desenlace feliz, algo infrecuente en el teatro de Buero Vallejo que siempre ha subrayado que la posible catástrofe final de sus obras no implica un resultado forzosamente negativo o pesimista. Tamaño: 741 Kb, Teatro, Europa
Obra de teatro en tres actos de Antonio Buero Vallejo, estrenada en el Teatro Español de Madrid el 11 de enero de 1952. Recreación de La Odisea de Homero, narra los avatares de Penélope, amante esposa del guerrero Ulises, que espera pacientemente su regreso de la Guerra de Troya, tejiendo y destejiendo día y noche una toga para evitar el acoso de sus pretendientes. Tamaño: 270 Kb, Teatro, Europa
El estreno de `Las Meninas` tuvo lugar en el 9 de diciembre de 1960, en el teatro Español de Madrid, en el mismo escenario, veintiún años antes, había obtenido el éxito que lo consagró como el innovador de la dramaturgia española de posguerra, con su Historia de una escalera. Con el texto sobre Velázquez, Buero mostraba un nuevo ejemplo del buen hacer literario y dramático que en su ya entonces amplia trayectoria había venido mostrando. Buero inauguró una fórmula nueva de abordar el tema de la historia en el teatro, de forma que el drama histórico cubre dos metas: la de recuperar un ayer conflictivo y olvidado, y la de reflexionar sobre acciones y comportamientos que, por ser inherentes al hombre o a la sociedad, son intemporales. Así en `Las Meninas,` Velázquez se convierte en el receptor que contempla el dolor humano y las injusticias sociales, los problemas que surgen del enmascaramiento de la realidad por los tópicos y engaños vigentes, y la encrucijada de la responsabilidad del artista, del intelectual ante todo. Tamaño: 1.114 Kb, Teatro, Europa
La necesidad que siente una mujer joven y apasionada por comprender por qué su amante, famoso pintor, se casa con ella poco antes de morir. Tamaño: 118 Kb, Teatro, Europa
Libreto para ópera, es quizá la obra de más carga ideológica de su autor. Su protagonista, sugerido por la figura del Quijote, es un devorador de novelas de ciencia-ficción que sueña con un mundo mejor. Buero plantea aquí la eterna lucha entre mito y realidad. Tamaño: 310 Kb, Teatro, Europa
Con Música cercana Antonio Buero Vallejo entró en su quinta década de producción teatral, siempre en la cima de la escena española. Desde Historia de una escalera (1949), que marcó un hito cultural en la España de la posguerra, Buero desarrolló un teatro en el que se reflejan, como en un espejo, nuestra sociedad y su tiempo y se contraponen imágenes de culpabilidad y fracaso con formas esperanzadoras de un futuro mejor. De ahí que toda la obra se convierta en una profunda meditación sobre la difícil tarea de intentar ser humano en un mundo deshumanizado. Música cercana es la historia de un empresario que, obsesionado por un pasado con ventanas abiertas, cierra la puerta al mundo real, desencadenando así una tragedia de nuestros días. En esta edición, la introducción de David Johnston, profesor de la Universidad escocesa de Strathclyde y profundo conocedor del teatro de Buero, pone de relieve las fuertes emociones de una obra equilibrada entre la ira y la tristeza que alberga esta obra. Tamaño: 379 Kb, Teatro, Europa
Recrea un episodio de la historia española del siglo XVIII. Buero Vallejo nos sitúa junto al palacio del marqués de Esquilache, ministro italiano de Carlos III, justo el día antes del motín que tendrá lugar contra el ministro. El pueblo está descontento ante las reformas que el italiano quiere hacer, reformas que el pueblo ve como un entrometimiento en sus tradiciones. Bernardo es el personaje que representa a este pueblo descontento y que encabezará el motín popular. Tenemos ya los dos polos: Bernardo, por un lado, Esquilache, por el otro: Bernardo, la tradición, el pueblo que opta por el oscurantismo, frente a Esquilache que representa la modernidad y las luces. La última reforma, lo que parece llenar el vaso, es la orden de acortar la capa española y sustituirla por la italiana, mucho más ligera y con menos posibilidad de ocultar el rostro. Pero el asunto de la capa es simplemente la excusa. La realidad va más allá. Porque Bernardo que se cree líder, no deja de ser un peón de una fuerza mayor, representada, en la obra, por el marqués de Ensenada o el de Villasanta, dos posturas también interesantes dentro de la aristocracia tradicional española. Tamaño: 853 Kb, Teatro, Europa

 

BIOGRAFÍA:

Antonio Buero Vallejo nació en Guadalajara, en 1916. Su padre, Francisco, era un militar gaditano que enseñaba Cálculo en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, su madre, María Cruz, era de Taracena (Guadalajara). Su hermano mayor Francisco nació en 1911 y su hermana pequeña Carmen en 1926.
Toda su infancia la pasó en La Alcarria, salvo dos años (1927-1928) que vivió en Larache (Marruecos), donde había sido destinado su padre. Se aficionó a la lectura en la gran biblioteca paterna y también a la música y a la pintura: desde los cuatro años dibujó incansablemente. Su padre lo llevaba habitualmente al teatro y a los nueve años ya dirigía representaciones en un teatrillo de juguete. Estudió Bachillerato en Guadalajara (1926-1933) y se despertó su interés por las cuestiones filosóficas, científicas y sociales. En 1932 recibió un premio literario para alumnos de enseñanzas medias y Magisterio por la narración El único hombre, que no se editó hasta 2001. Comenzó a escribir unas Confesiones que luego destruyó. En 1934, la familia se mudó a Madrid, donde ingresó en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, alternando las clases con su asistencia al teatro y la lectura. No militó en ningún partido, pero se sentía afín al marxismo.
Al comenzar la Guerra Civil quiso alistarse como voluntario, pero su padre se lo impidió. Este, militar, fue detenido y fusilado el 7 de diciembre de 1936. En 1937 fue llamado a filas y se incorporó a un batallón de infantería, colaborando con dibujos y escritos en La Voz de la Sanidad y en otras actividades culturales. En Benicasim conoció a Miguel Hernández.
Al finalizar la guerra, Buero se encontraba en la Jefatura de Sanidad de Valencia, donde se le recluyó unos días. Pasó un mes en el campo de concentración de Soneja (Castellón) y finalmente le dejaron volver a su lugar de residencia con orden de presentarse a las autoridades, orden que no cumplió. Comenzó a trabajar en la reorganización del Partido Comunista, al cual se había afiliado durante la contienda y de cuya militancia se fue alejando años después.
Fue detenido en mayo o junio de 1939 y condenado a muerte con otros compañeros por «adhesión a la rebelión». Tras ocho meses, se le conmutó la pena por otra de treinta años. Pasó por diversas cárceles: en la de Conde de Toreno permaneció año y medio. Allí dibujó un famoso retrato de Miguel Hernández ampliamente reproducido -cuyo original conservan los herederos de Miguel Hernández- y ayudó en un intento de fuga que le inspiró más tarde ciertos aspectos de La Fundación. En la de Yeserías apenas estuvo mes y medio, unos tres años en El Dueso y otro más en la prisión de Santa Rita. Escribió sobre pintura e hizo cientos de retratos de sus compañeros, entablando muy buenas amistades con algunos de ellos y manteniendo contacto tras su salida de prisión. Salió del penal de Ocaña en libertad condicional, aunque desterrado de Madrid, a principios de marzo de 1946. Fijó su residencia en Carabanchel Bajo y se hizo socio del Ateneo, publica dibujos en revistas, pero ya le atrae más la escritura narrativa y, finalmente, la dramática.
Su primer drama lo escribió sobre la ceguera, En la ardiente oscuridad, en una semana del mes de agosto de 1946, e Historia despiadada y Otro juicio de Salomón en 1948 (obras que después destruyó y no se han conservado). Entre 1947 y 1948 escribió Historia de una escalera, inicialmente llamada La escalera. Se presentó al premio Lope de Vega, que ganó con Historia de una escalera, cuyo estreno en octubre de 1949 tuvo tal éxito que lo consagró para siempre entre crítica y público. Ese mismo año ganó también el premio de la Asociación de amigos de los Quintero con la pieza en un acto: Las palabras en la arena. Publicó y estrenó de forma constante en Madrid e Historia de una escalera fue llevada al cine por Ignacio F. Iquino.
En los 50 estrenó La tejedora de sueños, La señal que se espera, Casi un cuento de hadas, Madrugada, Irene, o el tesoro, Hoy es fiesta y su primer drama histórico, Un soñador para un pueblo. Empezaron a representarse sus obras en el extranjero, como Historia de una escalera en México (marzo de 1950) y En la ardiente oscuridad en Santa Bárbara, California (diciembre de 1952).
En 1954 se prohibió el estreno de Aventura en lo gris. Al año siguiente apareció en el diario Informaciones «Don Homobono», irónico artículo contra la censura. También se prohibió la representación de El puente, de Carlos Gorostiza, cuya versión había realizado Buero. Escribió Una extraña armonía, que no llegó a estrenarse ni se publicó hasta su Obra Completa. En el número 1 de la revista Primer Acto apareció el artículo «El teatro de Buero Vallejo visto por Buero Vallejo». Se publicó su ensayo sobre «La tragedia». En 1959 se casó con la actriz Victoria Rodríguez, con la que tuvo dos hijos: Carlos, que nació al año siguiente, y Enrique, nacido en 1961.
En los 60 consiguió estrenar parte de sus piezas a pesar de la censura: El concierto de San Ovidio, Aventura en lo gris, El tragaluz y sus versiones de Hamlet, príncipe de Dinamarca, de Shakespeare y Madre Coraje y sus hijos, de Bertolt Brecht. Dirigida por José Tamayo Rivas, estrenó Las Meninas, que fue su mayor éxito desde Historia de una escalera. Tuvo lugar entonces la polémica entre el teatro del posibilismo y el del imposibilismo que mantuvo con Alfonso Sastre en las páginas de Primer acto. En este año publicó «Un poema y un recuerdo», temprano artículo sobre Miguel Hernández. En 1963 se le propuso su incorporación al Consejo Superior de Teatro, pero Buero renunció a ello.
Firmó junto con otros cien intelectuales, encabezados por José Bergamín, una carta dirigida al ministro de Información y Turismo solicitando explicaciones sobre el trato dado por la policía a algunos mineros asturianos, lo que le acarreó el distanciamiento de editores y empresas. En 1964 la censura prohibió La doble historia del doctor Valmy, un alegato contra la tortura, que permaneció sin representarse en España hasta 1976, pasada la dictadura. No volvió a estrenar hasta 1967, en el teatro Bellas Artes y bajo la dirección de José Tamayo, El tragaluz, la primera obra de teatro bajo el franquismo en la que se hacía una referencia directa a la Guerra Civil, y que obtuvo un enorme éxito. Simultáneamente, se reestrenó por primera vez Historia de una escalera (que volvería a las tablas en un montaje del Centro Dramático Nacional en 2003).
Fue nombrado miembro de número de la Real Academia Española en 1971, ocupando el sillón X, y galardonado con el Premio Cervantes en 1986 y el Premio Nacional de las Letras Españolas en 1996. Antonio Buero Vallejo falleció en el hospital Ramón y Cajal de Madrid, a causa de una parada cardiorrespiratoria, el 29 de abril de 2000, a los 83 años de edad.