V I C H A D A .... Sí Aprende

Bolaño Roberto

 



Tres versiones de un crimen van trazándose en esta novela que transcurre en un anónimo pueblo de la costa española: la de un chileno con pretensiones de escritor que ha ejercido toda clase de oficios eventuales hasta salir adelante, la de un mexicano, también poeta y desarraigado, que sobrevive como vigilante nocturno en un camping, y la de un emprendedor catalán metido a político, capaz de todo por llamar la atención de una bella y caprichosa patinadora. Los peores presentimientos de cada protagonista giran en torno a una pista de hielo construida ilegalmente dentro de una casona abandonada, el antiguo Palacio Benvingut, todos intuyen que el destino es un puñal que pende sobre sus cabezas. La pista de hielo contiene las claves del universo literario de Roberto Bolaño, las voces entrelazadas que anuncian polifonías posteriores, la clave policíaca, los amores rotos, las ilusiones perdidas. Aquí están también su capacidad de observar la realidad e interpretarla de forma singular, su pulso narrativo o su humor feroz para atrapar al lector desde la primera página, cualidades que lo han convertido en un escritor de referencia indispensable en la actualidad. ------------------------ RESEÑA Por Alvaro Matus A primera vista, el dibujo que aparece en la tapa de esta novela resulta un tanto desconcertante, abstracto, más propio de novelas surrealistas que de la escritura precisa, real e irónica del premiado escritor nacional. A medida que la lectura avanza sin embargo, y los sucesos en la imaginaria Z acontecen -sin duda un guiño a Borges- se aprecia la estrecha relación entre la historia de Bolaño y los trazos de Miró en `Alegría de muchacha frente al sol`. Las manchas rojas de la pintura son el aviso, el mal augurio, el vaticinio del sangriento crimen que se avecina. Porque aquí no hay ninguna muchacha alegre, sino un grupo de seres que van tejiendo una trama cargada de obsesiones, contradicciones, pero más que nada, de suspenso. Los hechos son contados por tres personajes: un envidioso y cerebral sicólogo de la Municipalidad de Z, un chileno que pospone sus afanes literarios en pos de su actividad comercial, y por último, la de un desarraigado poeta mexicano que sobrevive gracias a vigilancias nocturnas en un camping. Todos ellos se refieren al crimen en el que de una u otra forma se vieron involucrados. El asesinato ocurre en la pista de hielo, un lugar prohibido, misterioso e ilegal, construido por el sicólogo para su amada Nuria, una patinadora caprichosa que se siente atraída por el chileno Morán. Entre medio aparecen otros personajes como la alcaldesa, el motorista o la cantante callejera, que lejos de distraer, refuerzan la intriga y la tensión de un relato que hasta la última página no se sabe cómo terminará. Paralelamente a la historia policial, corre otra quizás mucho más penetrante, construida sobre la base de los anhelos y frustraciones de Remo Morán, Gaspar Heredia y Enric Rosquelles, esas tres voces que permiten que el lector entre en sus vidas, conozca sus motivaciones, aprecie sus valores y juzgue sus vilezas. Puede que uno resulte más querible que los otros, que sus acciones resulten más justificables, pero la magia de esta breve novela radica precisamente en el equilibrio con que Bolaño describe sicológicamente a cada uno de los protagonistas. Por último, es preciso destacar que, sin estar a la altura de `Los detectives salvajes` ni de `Llamadas telefónicas`, esta novela escrita a principios de los 90, nos entrega las primeras pistas del universo que este autor, libro a libro, ha sabido construir. En ese sentido, `La pista de hielo` adquiere un valor importante para quienes deseen comprender mejor la peculiar visión del mundo que propone Bolaño. Tamaño: 127 Kb, Narrativa, Realista



Roberto Bolaño en la primera página de Estrella distante explica la génesis de esta novela: `En el último capítulo de mi novela La literatura nazi en América se narraba tal vez demasiado esquemáticamente (no pasaba de las veinte páginas) la historia del teniente Ramírez Hoffman, de la FACH. Esta historia me la contó mi compatriota Arturo B., veterano de las guerras floridas y suicida en África, quien no quedó satisfecho del resultado final. El último capítulo de La literatura nazi en América servía como contrapunto, acaso como anticlímax del grotesco literario que lo precedía, y Arturo deseaba una historia más larga, no espejo ni explosión de otras historias sino espejo y explosión en sí misma. Así, pues nos encerramos durante un mes y medio en mi casa de Blanes y con el último capítulo en mano y al dictado de sus sueños y pesadillas compusimos la novela que el lector tiene ahora ante sí. Mi función se redujo a preparar bebidas, consultar libros, y discutir, con él y con el fantasma cada día más vivo de Pierre Menard, la validez de muchos párrafos repetidos`. La trama de Estrella distante se desarrolla en 1971 ó 1972, cuando Salvador Allende aún era presidente de Chile. El protagonista es un joven, cuyo nombre era Ruiz-Tagle, que participa de un taller literario de la Universidad de Concepción. Una nada ejemplar fábula protagonizada por un impostor, por un hombre sin otra moral que la estética, un dandy del horror, un artista bárbaro disfrazado de poeta en el Chile de Allende que reaparece con su verdadero rostro después del Golpe, el rostro sanguinario de quien escribía versículos de la Biblia con la estela de su avión de la Segunda Guerra Mundial y que fue responsable de la desaparición en los estadios de personas queridas por el narrador ----------------------------- UNA BÁRBARA Y DESTRUCTIVA ESTELA Por José Antonio Ugalde La quinta novela del chileno Roberto Bolaño, afincado en España, se alinea de forma muy personal en el género temático de las pesquisas en torno a la personalidad de un personaje carismático, envuelto en brumas legendarias. Más exactamente, pertenece al subgénero de la indagación en la obra o en la vida de un escritor desaparecido o misterioso, que con distintas intenciones han frecuentado entre otros Henry James o Borges. Estrella distante investiga la figura de Carlos Wieder, aviador y supuesto poeta que adquiere tenebrosa celebridad escribiendo amenazadoras proclamas de tono bíblico con el humo de su avión en el firmamento de Santiago de Chile y exponiendo las fotos tomadas a quienes torturó y ejecutó durante el golpe de Pinochet en un alarde de action-art. Tras convertirse en miembro destacado e infernal de la vanguardia estética chilena, Wieder desaparece y el narrador y otros personajes que le conocieron rastrean su bárbara y destructiva estela a través de una enredada madeja de grupos y revistas literarias clandestinas americanas y europeas. La pesquisa de Bolaño, literaria y detectivesca a la vez, examina los destinos y propuestas de una heteróclita hueste de creadores, algunos reales, la mayoría imaginarios, marcados por la desmesura grotesca, la burla marginal, la destructividad nihilista o el sueño post-surrealista de convertir la literatura en vida y la vida en literatura. Esta pesquisa no es neutra, está dirigida por un irónico y persistente ánimo crítico. Bolaño se desenvuelve de modo divertido, inteligente y sarcástico en esa vertiente literaria que es juego de espejos entre verdad y mixtificación, entre realidad e ilusión, entre hechos y conjeturas, entre personajes apócrifos e históricos. Pero nunca pierde de vista que hay juegos poéticos y juegos criminales. Ampliación del último capítulo de su anterior novela, significativamente titulada La literatura nazi en América, en Estrella distante hay constantes indicios de la referida discriminación. Juan Stein y Diego Soto, directores de los dos talleres literarios de Santiago de Chile están en las antípodas del cerril Nicasio Ibacache, ciegamente fascinado por la obra (sic) de Wieder. Lorenzo, la acróbata ermitaña, es un gran artista aunque escribe y pinta con los pies porque perdió sus brazos en un accidente y nada tiene que ver con la pintora ultraderechista Rebeca Vivar Vivanco. También hay diferencias entre los rasgos de humor y las torpezas descabelladas que mezclan las revistas y fanzines en los que aparece y vuelve a perderse la pista de Wieder. En las secuencias finales, se alude a Bruno Schultz, el autor polaco asesinado por un nazi, en quien se intuye la personalidad inversa de un Wieder siempre «dueño de sí mismo». El narrador afirma «para mí Carlos Wieder era un criminal, no un poeta» y acto seguido colabora en el descubrimiento y desenlace del fugitivo. Pues bien, a pesar de estos reveladores indicios, algún crítico ha quedado prendado, no de Bolaño, sino de su destructivo y genial poeta inventado, apoyándose en una de las opiniones del personaje: «(...) nadie, absolutamente nadie, puede erigirse en juez de esa literatura menor que nace en la mofa, que se desarrolla en la mofa, que muere en la mofa». Pero, Wieder no tiene intención burlesca alguna, su disgresión estética es el mero pretexto de un frío asesino que se cree en el derecho de serlo impunemente y por eso el autor dicta sentencia y la ejecuta de forma inexorable. Hacer pivotar el libro de Bolaño sobre la dudosa luz de la citada frase, equivale a tergiversar obtusamente su intención frontalmente opuesta a quienes se atrincheran en la injustificable pretensión de otorgar a la excentricidad literaria (¿por qué sólo a ella?) el derecho de eludir cualquier enjuiciamiento estético o/y ético. Freixas saca un desigual partido a la mezcla de materiales especulativos y sus pesares, y concluye con una postura positiva pero matizada: Miriam, en su conformable marco, cerca de su hija recién nacida, se siente feliz, pero advierte un encogimiento, un miedo y no cabe explicar el fondo de tristeza que la asedia, como aquella Laura barojiana de la soledad sin remedio. Tan es así que se pregunta: «¿Miedo, en plena felicidad?». La respuesta contiene un restringido vitalismo: miedo a perderla y no saber gozarla plenamente. Tamaño: 105 Kb, Narrativa, Contemporánea



La voz arrebatada de Auxilio Lacouture narra, e indaga al tiempo que narra, un crimen atroz y lejano, un crimen que sólo se desvelará en las últimas páginas de una novela en la que, por otra parte, no escasean los crímenes cotidianos y los crímenes de la formación del gusto artístico. Auxilio Lacouture, uruguaya de mediana edad, alta y flaca como el Quijote, se oculta en los lavabos de mujeres de la Facultad de Filosofía y Letras durante la toma de la universidad por la policía, en México, en septiembre de 1968. Allí permanecerá recluida varios días y durante este tiempo el lavabo se convertirá en un túnel del tiempo desde el cual avizorar los años ya vividos en México y los años por vivir. En su discurso se rememora a la poetisa Lilian Serpas, que hizo el amor con el Che, y a su infortunado hijo, a los poetas españoles León Felipe y Pedro Garfias a quienes Auxilio sirvió como doméstica voluntaria, a la pintora catalana Remedios Varo y su legión de gatos, al rey de los homosexuales de la colonia Guerrero y su reino de terror gestual, e incluso también aparece Arturo Belano, uno de los personajes centrales de Los detectives salvajes, de la cual esta novela es deudora en más de un sentido. Pero sobre todo se narra un viaje por un mundo, el Polo Norte de la memoria que se extiende por doquier, y la imagen última de un asesinato olvidado. ------------------------- CRÍTICA,por Miguel García-Posada En la firme trayectoria narrativa del chileno Roberto Bolaño, este libro se define por su innegable peculiaridad. Se trata de un no muy extenso, aunque sí intenso, discurso que brota de los labios de un enigmático personaje, Auxilio Lacouture, una uruguaya transterrada a México, que se oculta en los lavabos de la Facultad de Filosofía y Letras durante la ocupación de la universidad por la policía en septiembre de 1968, durante las jornadas de represión del movimiento estudiantil decretada por el siniestro Díaz Ordaz. Los días que permanece encerrada, sin ser descubierta por la policía, se convierten en una suerte de eje más allá del tiempo, al que converge todo: el pasado y el futuro, su pasado y su futuro, pero también el de buena parte de la historia de Latinoamérica en los últimos tramos del siglo XX. Así su discurso es rememorativo y retrospectivo a la vez. El monólogo comienza desarrollándose en el plano de la cotidianidad para ir alzándose de manera gradual a una creciente irrealidad, que desemboca en paisajes francamente visionarios. Los diferentes episodios van concatenándose cada vez menos según las leyes de la causalidad narrativa y más según las exigencias del entramado simbólico, que se impone sobre una conscientemente relajada temporalidad. Todo parece confluir en un homenaje a las víctimas de la represión sufrida en América Latina -y no sólo en México- por la acción de los gobiernos autoritarios y dictatoriales, esa generación entera de jóvenes latinaomericanos sacrificados de la que habla el texto. Auxilio Lacouture es una suerte de alegoría de la inocencia y la verdad de la historia, amiga de la poesía y de los poetas, enamorada del puro fervor vital y hondamente desinteresada en cuanto a sus afectos y voliciones se refiere. El texto no carece de episodios significativos en sí mismos (así las relaciones de la protagonista con los poetas españoles León Felipe y Pedro Garfias, con la poeta Lilian Serpas, amante del Che, con los oscuros ámbitos de la homosexualidad más sombría), pero conforme la narración avanza tales episodios descubren más su condición de apoyaturas del discurso simbólico desplegado. En este sentido quizá el episodio culminante sea el que se refiere a Orestes y Erígone, donde la fábula mítica de amor y venganza se pone muy expresamente al servicio de la fábula de amor y muerte que es el último núcleo del texto y, sin duda, el más decisivo. Quizá no sea Amuleto la obra que de Bolaño aguardaba el lector, por más que sus vinculaciones con la escritura anterior del autor salten a la vista: aquí aparece Arturo Belano, uno de los dos detectives salvajes de su celebrada novela penúltima, y el ámbito de preocupaciones en el que el texto se instala dista de ser nuevo. Al comienzo de su monólogo, la protagonista señala que éste será un relato de serie negra y de terror, aunque no lo parecerá. No lo parece, desde luego. El autor da ahí una clave de lectura, que luego no desautoriza, pero cuyo sentido -y sobre todo su forma- el lector tarda mucho tiempo, quizá demasiado, en explicarse. Lectores y críticos -hay que proclamarlo también- no andan desacertados cuando esperan situarse en el ámbito de cierta poética, de ciertas formulaciones narrativas, aunque sean tan novedosas como las que Bolaño ha practicado. Pero el narrador albergaba ya se ve la necesidad de dar salida a determinada presión temática y existencial, y este libro es el resultado de tal necesidad. Un libro que, si se quiso en algún momento de serie negra, acaba siendo poemático, lírico y seguramente no menos sombrío que el género por él mismo invocado. Tamaño: 89 Kb, Narrativa, Contemporánea


Esta es la historia de dos hermanos que un día quedan huérfanos tras la muerte de sus padres en un accidente automovilístico. Esta es la historia de cómo la muerte de los padres altera de forma drástica la vida de los jóvenes hermanos, especialmente la de la narradora de la historia, Bianca. Para sobrevivir, los hermanos comienzan a trabajar, ella en una peluquería, él en un gimnasio. Cada noche, mientras cenan, hacen planes de futuro, aunque éste no sea especialmente alentador. Paulatinamente ambos dejan los estudios y matan el tiempo viendo la TV. El hermano se aficiona a desarrollar su musculatura y a ver películas pornográficas, acompañado por Bianca, quien poco a poco va descubriendo el sexo, en sus sueños eróticos ya no es virgen. ---------------------------------------- UNA NOVELITA LUMPEN O EL TELEVISOR ANTISOCIAL Por Antonio Sandoval Herrera Resulta evidente la importancia que la cultura de masas ha adquirido dentro de nuestro sistema social. La cantidad de símbolos e imágenes fugaces que circulan alrededor de nuestro inconsciente colectivo. La multiplicidad de consignas totalitarias que se esconden tras la momentánea validez de un slogan. En este sentido, Una novelita lumpen se configura como una mirada discontinua frente a esta omnipresente cultura de mercado, a este círculo de transacciones donde sólo tienen cabida la compra y venta, y donde, muchas veces, se ofrece un producto que -finalmente- nadie recepciona. A este respecto, el intento de Bolaño se funda -principalmente- en la creación de un ideario televisivo potente. En la aceptación y aspiración, de los espectadores, hacia los arquetipos artificiales que son impuestos por los medios masivos. La imagen sedada de una sociedad decadente que no encuentra su verdadera identidad en el colorido festival de luces de un programa nocturno, sino en el reflejo opaco del televisor apagado: `Aún hoy, cuando enciendo la tele [...] me parece ver en la pantalla a la joven delincuente que una vez fui, pero la visión no dura mucho, sólo el tiempo que tarda el aparato en encenderse` (17). De este modo, el pasado se une -indisolublemente- con el presente. El desarrollo de la novela es un largo racconto, el recuerdo de una historia que se construye a partir de la -aparente- civilidad y madurez de una mujer casada y con hijos. No obstante, este evidente intento por borrar el pasado, se torna contradictorio. Su propia historia lumpen sigue vigente, sigue ocupando un lugar dentro de ese espacio que representa el televisor. De esta forma, los personajes de la novela se van sumiendo -progresivamente- en un contexto que no los corresponde, que no los representa en su totalidad. Son hijos huérfanos que, a pesar de intentar seguir los preceptos de una familia bien organizada, rápidamente se alejan de los estudios tradicionales y se internan en un aprendizaje televisivo: `A veces yo no iba al instituto por la mañana (la luz incesante se me hacía insoportable)...` (16). Aquí radica el carácter antisocial de los individuos, la evidente corruptibilidad de la cual nos hace cómplices la televisión y el particular sentido moral que, al parecer, intenta el autor. Los personajes han devenido en seres indolentes para quienes el amor radica solamente en cintas pornográficas: `...me gustaban las películas de amor (casi siempre me hacían reír)...`(24). Su visión de mundo, producto de esta huerfanía, se ve encuadrada dentro de la tutela de la cultura de los medios masivos. En la fugacidad del cuerpo hermoso que, invariablemente, decaerá tras la masa adiposa de nuestro pasado. Tomando lo anterior como referencia, cabe señalar la irrelevancia determinista que puede tener la ubicación geográfica de la novela. Obviamente, no en relación al trabajo del escritor, sino a las múltiples posibilidades de extrapolar esta realidad a diferentes contextos. La historia se ubica en el primer mundo (en Italia), sin embargo, y desde el nombre de la novela, cada aspecto mencionado nos transporta directamente hacia un territorio marginal, hacia los lugares negados por el discurso oficial. En este sentido, la visión progresista de un mundo del primer orden se ve relativizada por la incursión -directa- de este universo lumpen. Ya no interesa el lugar, no importa si es un gueto, una villa miseria, una población callampa, Latinoamérica o África, los sistemas antisociales no se fundan sólo en el margen, pueden incorporarse -sin problemas- dentro de los países desarrollados. El problema de los delincuentes no radica en encontrarse desconectados de la aldea global, sino -y muy por el contrario- en verse indisolublemente ligados a ella sin encontrar representación. De este modo, y sin un forzar una lectura posible de la obra, puede sostenerse que una de las principales críticas de Bolaño en torno al presente sistema social, gira en torno a la escasa representatividad de los medios masivos de comunicación, a la nula posibilidad de visualizarnos en pantalla y a la completa lejanía de los universos -aparentemente paralelos- de los programas televisivos. En definitiva, la imagen delincuente de un sistema masivo que obliga la adhesión de los individuos si éstos no quieren caer en la ilegalidad. En conclusión, Una novelita lumpen resulta ser reflejo de esta carencia colectiva, de esta virtual anulación del sentimiento crítico, de esta inevitable homogeinización de los caracteres individuales. Es la historia de una mujer que -finalmente- debe asumir el modelo canónico que propugna la tele y entender su situación como un producto de mercado que censura su pasado antisocial (entendiendo esto, en el sentido más básico de la palabra). Los hechos de su anterior modelo de vida deben ser borrados, anulados si quiere pertenecer al sistema imperante: `...si algo tenían los amigos de mi hermano era una innegable vocación para la limpieza [...]. Supuse que los papeles importantes los llevaban siempre consigo. O no los tenían. O no existían` (64). Tamaño: 48 Kb, Narrativa, Contemporánea



El centenar de piezas reunidas en este volumen configura algo así como una «cartografía personal» de Roberto Bolaño y lo que más se acerca a una especie de «autobiografía» fragmentada. Todas las piezas fueron escritas por Bolaño entre 1998 y 2003, en el periodo que va de la publicación de Los detectives salvajes hasta su muerte. Junto a la mayor parte de las columnas, artículos y reseñas que Bolaño publicó en la prensa de España y de Latinoamérica, se recogen aquí algunos prólogos y otros escritos dispersos, así como los textos de algunos discursos o conferencias. Este volumen, que tiene mucho de dietario en el que su autor anota lecturas, recuerdos, conversaciones y anécdotas de todo tipo, se engarza naturalmente con sus últimos volúmenes de relatos y no deja de incluir pasajes netamente narrativos, junto a otros de carácter más ensayístico, o autobiográfico, o crítico, cuando no abiertamente polémico y visceral, en todo momento humorístico. Tamaño: 92 Kb, Literatura, Biografías



En «Últimos atardeceres en la tierra» se narra un viaje a Acapulco que se convierte paulatinamente en un des-censo a los infiernos. En «Dentista» se cuenta la historia de un adolescente misterioso y dos adultos, ya de vuelta de todo, que lo observan desde un precipicio. En «Buba» se cuenta una historia de fútbol en tres partes: la de un futbolista sudamericano, la de un futbolista africano y la de uno español, y la sorprendente historia de su equipo, que bien podría ser el Barcelona. En «Carnet de baile» se dan 69 razones para no bailar con Pablo Neruda. En «Prefiguración de Lalo Cura», por el contrario, nos su-merge en una historia de narcotraficantes y directores de cine porno, y «Fotos» nos trae una vez más a Arturo Belano, el protagonista de Los detectives salvajes. Una deslumbrante colección de relatos de un autor que se ha convertido en una de las voces imprescindibles de la literatura en lengua española. --------------------------- DE LO QUE SE PUEDE Y NO SE PUEDE CONTAR Por Ernesto Escobar Ulloa Contrastando el título, Putas asesinas, por un lado, con el estilo sobrio del libro, podría deducirse que su finalidad obedece a una razón de índole comercial. No obstante, si por otro lado, lo contrastamos con su contenido, sería improbable no hallarle justificación, ya que a lo largo de las más de doscientas páginas, el verdadero denominador común, en efecto, es la violencia, violencia sobre la que se nos advierte, desde las primeras líneas, `no se puede escapar, al menos no nosotros, los nacidos en Latinoamérica en la década de los cincuenta, los que rondábamos los veinte años cuando murió Salvador Allende`, Como los grandes cuentistas `Hemingway, Maupassant - Bolaño relata más por lo que oculta que por lo que desvela (`Hay cosas que se pueden contar`, piensa M, `y hay cosas que no se pueden contar.`) Tras esta técnica del ocultamiento, suerte de camuflaje, se disimulan los verdaderos temas de la obra. Quien ingrese en el mundo de Putas asesinas ratificará la capacidad creadora de Roberto Bolaño en su convicción de escritor que no teme enfrentar los grandes temas literarios, tan extensos, complejos y problemáticos. Así pues, en convivencia con la violencia a la que refiero, volvemos a toparnos con los amores secretos («Días de 1978», «Vagabundo en Francia y Bélgica»), la amistad («El Ojo Silva», «Dentista»), la muerte («El retorno», «Putas asesinas» , «Prefiguración de Lalo Cura»), la soledad, la literatura, («Encuentro con Enrique Lihn », «Vagabundo en Francia y Bélgica», «Carnet de baile») el absurdo («Fotos»), tratados todos ellos bajo el aura del sueño latinoamericano, truncado y convertido en pesadilla. Muerto el boom y el realismo mágico, el tema de la pesadilla latinoamericana pervive en la nueva narrativa despojado de sustratos idílicos, provisto más bien de toda su crudeza e innegable inmundicia, la de la corrupción, el hambre, y la del exilio indefinido. Factor este último que a diferencia de los otros dos, contiene un aspecto positivo, el cosmopolitismo, de ahí que los problemas de B y otros protagonistas, en su mayoría chilenos exiliados en México D.F, Acapulco, Barcelona, París, no sean tales en tanto que exiliados, sino en tanto que hombres del mundo, puesto que derivan del desamparo y la confusión que, según Bataille, los burgueses no `pueden realmente disimular`. Esto explica la ironía, la sensualidad, el humor mordaz, lo onírico, y otras vías de escape tan frecuentes en esta obra, productos o deshechos ` a propósito del fin de las ideologías- del escepticismo moderno, que tan pocas esperanzas le depara a la humanidad y al que son tan proclives los jóvenes de hoy. El Ojo Silva tratará en vano de huir de la marginación en el Distrito Federal, donde sus compatriotas lo tachan de `invertido` porque `al menos de cintura para abajo` eran `exactamente igual que la gente de derecha que en aquel tiempo se enseñoreaba en Chile`. Encontrará otra violencia más tangible transformada en ineludible destino. «Últimos atardeceres en la tierra» narra una peripecia vacacional padre ` hijo, y el mundo que, trasuntado en infierno, los divide en `unas horas que B llamaría aburrimiento, pero que ahora llamaría desastre, un desastre peculiar, un desastre que por encima de todo aleja a B de su padre`. En «Días de 1978» se habla del rencor y de la suerte que corren los amores secretos en medio de una desgracia inminente. `Aquí debería acabar el relato`, señala el protagonista `pero la vida es un poco más dura que la literatura.` Por otro lado «Vagabundo en Francia y Bélgica», - a mí parecer el cuento más logrado-, mezcla literatura y vida, en el sentido que los fetichismos que provoca en algunos la primera pueden revestir de pretextos la segunda y enmascarar así intenciones inconfesables. Tal vez se trate de deseos oscuros y del empecinamiento con que, en ocasiones, nos hacen ver lo que queremos, como la correspondencia en el objeto que los ocasiona. ¿Marchará B de París a Bruselas motivado por una publicación erudita o por una señal que andaba esperando? `¿Una señal de qué? Lo ignora. Una señal terrible en todo caso.` «Prefiguración de Lalo Cura» recuerda la excelente película La virgen de los sicarios, no tanto por su tratamiento, aquí edulcorado con un humor corrosivo, sino por la realidad retratada, la del negocio del sexo y la droga en la Colombia de los cárteles. «Buba» es un cuento sobre el absurdo en `la ciudad del sentido común`, sobre el humor resultante de esta paradoja. Y así como «Funes el memorioso», según Borges, `es una larga metáfora sobre el insomnio`, «Fotos» lo es sobre la inutilidad de la información despojada de formación. Putas asesinas deja un sabor extraño, agridulce, múltiples imágenes de ciudades, un cúmulo de sensaciones y la vaga idea de que los cuentos se parecen entre sí, tanto como a los cuentos de Ramírez, personaje de «Dentista» y especie de prodigio literario: `el argumento daba un giro y se pulverizaba a sí mismo, el cuento se convertía en una historia sobre el fantasma de un pedagogo encerrado en una botella, y también en una historia sobre la libertad individual y aparecían otros personajes, dos merolicos más bien canallas, una veinteañera drogadicta, un coche inútil abandonado en la carretera que servía de casa a un tipo que leía un libro de Sade. Y todo en un cuento`. Tamaño: 171 Kb, Narrativa, Realista



La literatura nazi en América es, en palabras de su autor, «una antología vagamente enciclopédica de la literatura filo-nazi producida en América desde 1930 a 2010, un contexto cultural que, a diferencia de Europa, no tiene conciencia de lo que es y donde se cae con frecuencia en la desmesura». Escrita a imitación de los diccionarios de literatura, esta divertidísima obra de ficción disfrazada de manual se compone de las más variadas reseñas dedicadas a la vida y la obra de autores inexistentes de una literatura inexistente, y constituye una excelente parodia de la historia real de la literatura iberoamericana. Con la publicación en 1996 de este diccionario de autores infames Roberto Bolaño llamó por primera vez la atención de la crítica, que alabó su originalidad y brillante inventiva. Hoy en día está considerado uno de los autores más importantes, renovadores e influyentes, y su obra, uno de los grandes logros de la literatura en lengua española de los últimos tiempos. --------------------------------- EL NAZISMO REVISITADO Por Eduardo Cobos Los autores de ciertos libros de narrativa escogen, entre muchas otras opciones, la tradición libresca para urdir sus historias, éstas se sostienen en una incalculable indagatoria en el material escrito, con el objetivo de probar su eficacia para con ello crear en el lector la expectativa de que todo calce gracias a la credibilidad que se ofrece, en el mejor de los casos, la forma exclusiva de elaborar el texto. En este sentido, M. Bajtin señalaba el uso de géneros de los que se apropia el escritor, apuntando en especial a algunos materiales, en apariencia suntuarios, de discursos no necesariamente cercanos a la literatura, utilizados en forma cotidiana, ellos son pervertidos al entrelazárselos con los cultos, hasta que se provoca el nuevo universo: el del relato logrado a fuerza de mostrar en el interior de una historia escogida, a personajes que se desplazan apropiadamente para lograr, finalmente, la sensación esperada de una realidad recién obtenida por la lectura del texto, y que se advierte como cercana, aunque, en muchos casos, transgredida en función de la efectividad del relato. Una aproximación a La literatura nazi en América (Barcelona, Seix-Barral, 1996, p. 237) pudiera ser la búsqueda de la credibilidad, en la cual Roberto Bolaño, su autor, ha confiado su apuesta narrativa, para entregarnos con esta obra un mosaico de oportunidades del discurso literario, donde se evidencia toda una asimilación de épocas, de tendencias literarias o de elucubración en lo no dicho por la historia oficial. Es decir, el intento de relativización de la historia de la literatura latinoamericana del siglo XX, pero de una forma tangencial, quizá la única manera a la que se pueda recurrir, tocando algunos aspectos de dicha evolución, para con las omisiones poder elucubrar sobre aspectos que en apariencia han sido eludidos por la verdadera historia de la literatura. Bolaño, con esta novela, nos advierte de la irrealidad de la ficción narrativa. Se nos invita, como lectores, a la complacencia de situaciones improbables, y de allí su imaginería, pero que trascienden al impregnarse de hechos constatables en los manuales literarios o de historia. Es así, que La literatura nazi... se nos dimensiona en por lo menos tres vertientes: la parodia a la tradición literaria, la trasgresión al relato y la reedición de la Historia verificable en la ausencia de hechos comprobados y que, sin embargo, existen al relacionárseles éstos con la «verdadera historia» producida en América, desde los albores del siglo XX hasta principios del XXI. De esta manera, La literatura nazi... ha querido ser el invento de un espacio literario basado en la conjetura, donde lo especulativo se sostiene en la indagación del material de trabajo, trasegado por la evolución de personajes inexistentes, sin embargo creíbles por la desenvoltura con que se mantiene una prosa adecuada. Pese a que el autor lo ha denominado novela, este libro nos enfrenta a la composición de relatos espurios que colindan con una cantidad no despreciable de subgéneros y libelos literarios. Bolaño nos propone, a la templanza de los hagiógrafos o de los biógrafos de escritores, un relator de anécdotas que con la apariencia del enciclopedismo y la erudición, nos presenta autores de su cuño con otros de larga trayectoria en la tradición literaria. Dentro del marco de movimientos literarios, acontecimientos políticos o históricos, un narrador que ha tomado el distanciamiento suficiente de los 30 personajes significados, va asumiendo la fragmentación narrativa presentada en «capítulos», sostenidos por el tono paródico que se organiza en su interior. El ensayo literario, la crítica literaria y la reseña con sus sobreadjetivaciones, el minicuento, la intertextualidad, la atmósfera de la novela negra en algunos casos, el panfleto, la plaquette, el esperpento o el pasquín, son algunas de las articulaciones puestas a andar para entroncarse, sobre todo, con el cuestionamiento de cualquier validez de género posible. Se nos persuade con historias supuestas, que sintetizan libros también supuestos o ars poéticas armadas de la juntura de las estéticas a uso, donde se ubican temporalmente los autores consignados. El mismo Bolaño, recientemente, ha querido hacer hincapié en la relación eminentemente libresca que contiene esta peculiar obra, advirtiendo que «...es una novela donde la literatura, sin duda, es el personaje. Por otro lado, es el último fruto de una gran rama que va desde La sinagoga de los iconoclastas de Rodolfo Wilckoc, pasando por Borges con La historia universal de la infamia, incluye, además, a Alfonso Reyes con los Retratos reales e imaginarios, por supuesto el itinerario recae en Marcel Schowb con su Vidas imaginarias, deteniéndose en la prosa en píldoras de los enciclopedistas franceses. En La literatura nazi... no hay más que un ejercicio que recurre a esa tradición y en ese sentido el más literario, donde la literatura es la protagonista, porque aunque pareciera un libro de relatos es una novela por capítulos.» («Hay que mantener la ficción en favor de la conjetura» entrevista en la revista electrónica Mezclaje Nº 2: mezclaje.ivic.ve/mezclaje). Los «capítulos» de La literatura nazi..., como los denomina el autor y que tienen plena independencia unos de otros, van creando la certeza de un conglomerado de vivencias, que apuntan a una textura que imanta en su interior la alusión hacia un desplazamiento que desemboca hacia sí misma, es decir mientras se avanza en los fragmentos, se vuelve sobre ellos porque, como a la manera borgeana, la biblioteca es el universo de lo real. Parafraseando esta idea no hay más vida sino en la imposibilidad de salir de esas páginas, una vez cerrado el libro, al lector le queda la necesaria ilación de las pequeñas anécdotas que brotan a borbotones, desde una prosa que intenta, en cada momento, hacer partícipe al lector de la hilaridad con que se propone a personajes espectrales, que parecieran ser una caricatura, muchas veces, de los existentes en la literatura contemporánea. El escritor chileno, a su vez, resume, en la misma entrevista citada, esta invención de cofradía como «una novela satírica sobre la miseria de la escritura, la miseria de los escritores, la picaresca canalla de un mundo tan aparentemente lejano, como aparentemente es la literatura y donde los nazis son sólo la máscara para caricaturizar el modus vivendi, el estar dentro de la literatura de cualquier escritor». Sin embargo, hacia el final del libro un «capítulo», «Ramírez Hoffman, el infame», nos hace descreer de toda la estructura anterior de la obra, ya que Bolaño, una vez más, se deshace de la convención que venía marcando el ritmo de la prosa, proponiéndonos un personaje pesadillesco, que nos relaciona la sabiduría del mal. Este relato nos quisiera decir, de alguna manera, que siempre la literatura ha sido un espacio más seguro, y de allí elaborar algunas atrocidades de lo real, señalándonos un verdadero sentido de la miseria: la libertad llevada al extremo, es la más inquietante y destructora de las esencias humanas. Este libro es también un catálogo desmesurado de una literatura inexistente, que tiene cabida o se inicia a partir de la especulación de una ausencia y desde la contraposición con lo ya hecho, con la historia «oficial» de la literatura y de las situaciones históricas. Libro en esencia paródico, se encarga, al afirmar, de la posibilidad imaginaria de que haya toda una escritura del nazismo en América, así mismo, del cuestionamiento a discursos ideológicos desde el tono censor del crítico omnisciente, que no sólo conoce las estructuras en que se refuerzan los libros señalados en cada uno de los escritores a los que se apunta, también, gracias a una amplia documentación, conoce la biografía de éstos. En definitiva, Roberto Bolaño, con La literatura nazi en América, reelabora una retórica del poder que deja colar la ironía hacia espacios instituidos desde el mismo narrador, que con la medida del humor desacraliza las nociones de Historia. O bien, pareciera mantener la distancia definitiva del reconciliamiento con una nostalgia edificadora y quizá esa pueda ser la revancha de este autor con cualquier probabilidad de utopía ya menguada. Tamaño: 138 Kb, Narrativa, Contemporánea



Roberto Bolaño, ese escritor que, como ha escrito Vila-Matas, «abre brechas por las que habrán de circular las nuevas corrientes literarias del próximo milenio», ha reunido en este libro cinco cuentos y dos conferencias. Entre los cuentos, todo ellos imprescindibles, encontramos El gaucho insufrible, es decir, la aventura de Héctor Pereda, un ejemplar abogado argentino que se reconvirtió en gaucho de las pampas, o El policía de las ratas, las andanzas de Pepe el Tira, sobrino de la mítica Josefina la Cantora, y detective en un mundo de alcantarillas. De las dos conferencias, Literatura + enfermedad = enfermedad, es un espléndido entramado de humor e inteligencia, y en Los mitos de Chtulu, con una ironía a veces muy sutil y otras bastante sanguinaria, Bolaño hace rodar unas cuantas cabezas de la escena literaria. --------------------------- EL VIAJERO INSOMNE Por Mauricio Montiel Figueiras `Busco lo extraordinario para decirlo con palabras comunes y corrientes.` En boca de Jim, protagonista del breve relato homónimo que abre El gaucho insufrible, esta declaración de principios se ajusta al pie de la letra a la búsqueda de su creador, Roberto Bolaño (1953-2003). Una búsqueda que, truncada prematuramente por un mal hepático que por desgracia no tuvo remedio -W. G. Sebald (1944-2001), otro autor muerto en plena posesión de sus facultades narrativas, es una dolorosa referencia inmediata-, dejó como legado una docena de libros, escritos en su mayoría a partir de la década de los noventa (Amberes data de 1980, Monsieur Pain, de 1982), que han venido a ventilar el paisaje un tanto estancado de la literatura en nuestro idioma. Una búsqueda que arrancó de un centro -el exilio como la condición sine qua non del hombre moderno- para luego desplazarse hacia el margen de la mano de seres nómadas, desterrados del mundo y de sí mismos, al igual que el Wakefield hawthorneano, que vagan por `carreteras solitarias que [parecen] carreteras posnucleares y que [ponen] los pelos de punta`. Una búsqueda que, pésele a quien le pese, se alejó de esa generación de la clase media a la que sólo le interesa `el éxito, el dinero, la respetabilidad`, y aplicó el consejo de Baudelaire de lanzarse `al fondo de lo ignoto, para encontrar lo nuevo`. (Curioso que haya quienes sostengan, como Guillermo Samperio en Nexos, que Bolaño `es un narrador con recursos más bien limitados con los que aborda temas que reflejan sus preocupaciones y obsesiones`, cabría preguntar si existe algún escritor que aborde temas que no le preocupen o le obsesionen. Samperio va más allá al decir que siempre esperó que Bolaño madurara, `pero la malaria de la simple soberbia, esa salteadora rapaz, se lo impidió`. Por fortuna, soberbia simple o compleja aparte, hay autores de la talla de Susan Sontag, para nada amigos de Bolaño, que han opinado con entusiasmo de su obra, en un artículo publicado en The New York Times Magazine, Francisco Goldman, que tampoco conoció al chileno, señala que éste `escribió de algún modo en la forma que Martin Amis llama la `autobiografía superior`: con el electrizante ingenio en primera persona de un Saul Bellow y una visión propia, extrema y subversiva`. Nada de malaria: fue un hígado en pésimas condiciones lo que impidió que Bolaño continuara madurando la indomable subversión patente en sus libros.) Pero vayamos al grano, o como leemos en `Literatura + enfermedad = enfermedad`, una de las dos demoledoras conferencias incluidas en El gaucho insufrible, `acerquémonos por un instante a ese grano solitario que el viento o el azar ha dejado justo en medio de una enorme mesa vacía`. No es fácil hablar de un título póstumo, menos aún si el autor de dicho título acaba de fallecer, la muerte da a esas páginas un aura inconclusa, una sensación de lo-que-pudo-haber-sido, que tardará un tiempo en despejarse. Queda claro, sin embargo, lo que El gaucho insufrible es: otra prueba de la habilidad de Bolaño, ese solitario que se ganó a pulso un sitio de honor en la mesa de la narrativa iberoamericana y que, paradójica, venturosamente, siempre estuvo bien acompañado por sus lecturas múltiples y obsesivas, palpables en los epígrafes que pueblan su obra. Aunque no sólo en los epígrafes, Kafka, por ejemplo, inaugura El gaucho..., pero su presencia benéfica se extiende a uno de los cinco cuentos (`El policía de las ratas`, fábula kafkiana donde las haya) y al cierre de `Literatura + enfermedad = enfermedad`. Sigamos: Borges, Di Benedetto y Bianco, gran tríada argentina unida por la B que comparte Bolaño, sobrevuelan el relato que bautiza el volumen, Juan Dahlmann, el alter ego borgesiano de `El sur`, reencarna en Héctor Pereda, el abogado que en un arranque digno de Paul Gauguin opta por renunciar a la civilización. (Mientras que Di Benedetto aparece aludido en una línea, Bianco, otro observador del universo de los roedores como demuestra su novela Las ratas, se convierte en el caballo de Pereda: un antihomenaje delicioso que ilustra el humor bolañiano.) En `Dos cuentos católicos`, el encuentro entre un joven que aspira a ser sacerdote y un asesino en pos de la santidad, trasunto del torturado San Vicente, recupera el flujo policiaco que nutre otros libros de Bolaño. En `El viaje de Álvaro Rousselot`, los ecos de El tañido de una flauta, de Sergio Pitol, se suman a una crítica sagaz del círculo cultural que cristaliza en una frase: `Las promesas más rutilantes de cualquier literatura, ya se sabe, son flores de un día, y aunque el día sea breve y estricto o se alargue durante más de diez o veinte años, finalmente se acaba.` Fieles, por supuesto, a las preocupaciones y obsesiones que refleja la obra de Bolaño -entre otras, la realidad como un telón lleno de rasgaduras ominosas que pueden ser un tragafuegos del df, unos conejos feroces, unas camas de manicomio o un elevador con una camilla vacía-, los textos de El gaucho insufrible constituyen en sí mismos una crítica a ciertos modos narrativos a los que se les da una saludable vuelta de tuerca. Una crítica que, aunque trasladada a veces al orbe de los sueños -otro rasgo característico del chileno: una lluvia de sillones incendiados sobre Buenos Aires, un extraño virus que infecta las ratas, un Pen Club repleto de clones de un autor-, está firmemente plantada en este mundo merced a una ironía filosa como la guillotina de `Los mitos de Chtulhu`, la conferencia que clausura el volumen, con la que ruedan las cabezas de varios landmarks literarios de España y Latinoamérica. Si, según leemos, `para viajar de verdad los viajeros no deben tener nada que perder`, Roberto Bolaño fue entonces un viajero cabal: un nómada que, pese a ser proclive a los rituales del sedentarismo, no dudó en tomar la mano de Baudelaire para perderse en territorios desconocidos -incluso incómodos- a ver qué hallaba, a ver qué sucedía. Un viajero insomne que, desde su estudio en Blanes, en tanto los demás dormíamos, atendió el llamado de su propia, inconfundible odisea: `Mientras buscamos el antídoto o la medicina para curarnos, lo nuevo, aquello que sólo se puede encontrar en lo ignoto, hay que seguir transitando por el sexo, los libros y los viajes, aun a sabiendas de que nos llevan al abismo, que es, casualmente, el único sitio donde uno puede encontrar el antídoto.~` Tamaño: 113 Kb, Narrativa, Realista


Roberto Bolaño publica ahora una novela que escribió 22 años atrás y que reconoce como un juguete a la medida de sus curiosidades de entonces: Amberes. Estructurada a partir de capítulos breves que se entrecruzan, la novela acude a un uso embrionario de recursos que en el futuro expresará a plenitud: los personajes excéntricos y las situaciones raras de la vida nómada, donde brilla una prosa de enorme calidad. La anarquía feliz. Un policía perdido entre Castelldefels y Barcelona, una pelirroja de la que todos hablan pero nadie ha visto, un vagabundo jorobado que vive en un bosque, un asesinato congelado en la memoria de unos pocos, escenas sadomasoquistas que aparecen como relámpagos... Una novela que transcurre a orillas de un mar desierto, durante un largo otoño y que es una nueva muestra del prodigioso talento narrativo de Roberto Bolaño. ------------------------------------ EL EMBRIÓN DE ROBERTO BOLAÑO (Por David Miklos) Más que una novela, Amberes es un embrión narrativo. De haberse leído en el momento en el que, según Roberto Bolaño (Santiago de Chile, 1953), fue escrita, quizá no hubiera sido posible imaginar que poco más de tres lustros después el mismo autor se encontraría escribiendo Los detectives salvajes (1998). Hoy, es evidente que Bolaño aviva el pulso de la literatura hispanoamericana, igual que, digamos, Ricardo Piglia (Adrogué, 1941), único escritor con el que puede establecerse un arbitrario parangón, y que en 1980 publicó su insuperable opera prima, Respiración artificial. Así bien, esta primera novela no declarada de Bolaño se antoja como un caótico big bang de estilo. La prosa de Amberes es impecable, sí, mas no es posible saber qué tanto fue convertida a la voz actual de Bolaño, las atmósferas, por su parte, son notables, inspiradas quizá en el peor de los sueños recurrentes del autor y que parecen la emulación temprana de un David Lynch que apenas comenzaba entonces, como Bolaño mismo, a gestarse. De una trama es imposible hablar, dado que no existe (y tampoco importa que exista): hay un policía que busca resolver un crimen, una pelirroja desaparecida, un jorobadito mexicano que habita el bosque en donde se proyectará una película y una serie de escenas casi pornográficas estelarizadas por el policía y una mujer tal vez demasiado joven, además de la súbita aparición de un tal Roberto Bolaño, quizá el extranjero del que se hace mención de vez en cuando. Entonces, ¿qué es Amberes y por qué su lectura invita al asombro, la admiración y la reseña? Ya la llamé un embrión narrativo, metáfora de la concepción de una prosa, así que diré que también se trata del revés de un divertimento, más aún, del subconsciente, entendido como tropo, de una novela que (todavía) no existe. Dividido en 56 partes (peculiar mitosis: el libro apenas cuenta con 119 páginas e incluye un puñado de diagramas muy parecidos a aquellos con los que concluye Los detectives salvajes), Amberes es a la vez un thriller de corte noir pornográfico y un ejercicio de flujo de conciencia a ratos lúcido, luminoso, y a otros confuso, más oscuro que turbio, en suma, un límbico claroscuro compuesto por instantes narrativos cuyo orden es más un capricho que una necesidad argumental, lo que no significa que Amberes carezca de pies o de cabeza, aunque resultan difíciles de discernir cuando a un embrión se observa. Amberes es una primera novela, si acaso en el prolífico cajón de Bolaño no hay otra, allí escondida al fondo: tanto Los detectives salvajes como La literatura nazi en América (1996) tuvieron sus codas, a saber Amuleto (1999) y Estrella distante (1996), respectivamente. Y tanto Monsieur Pain (1999) como Nocturno de Chile (2000) son un par de nouvelles, éstas sí declarados divertimentos si se les compara con la ya monolítica Los detectives salvajes. Tamaño: 66 Kb, Narrativa, Contemporánea



Llamadas telefónicas, libro por el que obtuvo el Premio Municipal de Santiago, 1998, es el primer conjunto de relatos publicado por Bolaño. Son catorce cuentos divididos en tres segmentos temáticos. Muchos de estos cuentos aluden a experiencias vividas por el escritor en su juventud. Tras su publicación, el diario El País de España comentó: `un puñado de piezas a menudo magistrales en las que con gravedad y humor a la vez, con la complicidad de una cultura descreída pero en absoluto resignada, las diversas tonalidades de un talento múltiple suman un acorde decididamente seductor` (Fernández Santos, Elsa. `El chileno de la calle del loro`, Paula, (782): 86-89, agosto, 1998). ----------------------------- BOLAÑO, AUTOR Y PROTAGONISTA Por Natalia Figueroa NUNCA SABRÉ CON EXACTITUD qué pasó con tal o cual personaje. Difícil sería dilucidar la bruma que se cierne en la última línea o determinar a ratos si es el narrador o el mismo Bolaño quien habla. Y no es que las catorce historias que conforman este libro dejen vacíos insalvables. Al contrario, su calidad de relatos abiertos otorga intensidad a la obra. El enigma de uno se renueva en el otro como si aquello que se desea contar abarcase todo, y no sólo Llamadas Telefónicas, sino el resto de su obra. Numerosos guiños que se reiteran, abundantes llamadas por descubrir. Lo que queda en la superficie es consistente porque significa algo, algo que está ahí o que vendrá luego, algo que intuye quien lee y que a veces espanta. Como Chéjov, que entrevé el sentimiento que prevalecerá en los relatos y pregunta antes de comenzar la lectura: ¿Quién puede comprender mi terror mejor que usted? Pero acaso ¿Quiere usted comprenderlo? ¿Puede sufrirlo? Dice uno de los narradores: Un poeta lo puede soportar todo. Lo que equivale a decir que un hombre lo puede soportar todo. Pero no es verdad: son pocas las cosas que un hombre puede soportar. Soportar de verdad. Un poeta, en cambio, lo puede soportar todo. Con esta convicción crecimos. El primer enunciado es cierto, pero conduce a la ruina, a la locura, a la muerte (`Enrique Martin`). Y Bolaño ¿Lo sufre porque lo ha vivido, por que lo ha soñado en alguna historia o porque quiso encarnarlo en sus personajes? Si los cuentos de este libro poseen tal intensidad, sorpresa y misterio no es sólo porque la ficción esté imitando a la realidad, sino porque la primera, además, está reproduciendo la imitación que hace de ella la segunda: dijo que incluso había serpientes que se tragaban enteras y que si uno veía a una serpiente en el acto de autotragarse más valía salir corriendo pues al final siempre ocurría algo malo, como una explosión de la realidad (`El Gusano`). Pero el terror al que aludo dista mucho de narraciones sanguinarias o viejos cuentos para amedrentar niños. Se trata del horror frente al paso del tiempo, frente a lo más profundo del hombre, es el miedo a lo cotidiano, lo de siempre y lo de nunca, el horror frente al otro, ese que anda por ahí y que puede llegar a ser el impensado: uno mismo. Y entonces surgen los personajes: Sensini, viejo exiliado que muere con la angustia de no haber encontrado a su hijo, Enrique Martin, quien huye de algo que sólo él sabe, la ex actriz porno que cuenta desde un hospital su relación con un antiguo amante, ya fallecido, o los policías chilenos, en teoría de izquierda, que refieren su encuentro en la comisaría con un antiguo amigo, ahora reo: Hasta que un día (...) decidió mirarse al espejo (...) y vio a otra persona (...) Le dije: mira, me voy a mirar yo en el espejo, y cuando yo me mire tú me vas a mirar a mí (...) y te vas a dar cuenta de que soy el mismo, que la culpa es de este espejo sucio (...) y me miré y vi a alguien con los ojos muy abiertos, como si estuviera cagado de miedo, y detrás de esa persona vi a un tipo de unos veinte años que nos miraba por encima de mi hombro (...) vi a dos antiguos condiscípulos, un tira de veinte años, y el otro sucio, con el pelo largo, barbudo, en los huesos, y me dije: joder, ya la hemos cagado, Contreras, ya la hemos cagado. Después cogí a Belano por los hombros y me lo llevé de vuelta al gimnasio. Cuando lo tuve en la puerta me pasó por la cabeza la idea de sacar la pistola y pegarle un tiro allí mismo (...) Después hubiera podido explicar cualquier cosa. Pero por supuesto no lo hice /Claro que no lo hiciste. Nosotros no hacemos esas cosas, compadre /No, nosotros no hacemos esas cosas (`Detectives`) Después de cinco años de la primera edición de Llamadas Telefónicas, y con la aparición de otras como Los Detectives Salvajes (1998) y Putas Asesinas (2001), resulta interesante volver a leer sus páginas puesto que ésta se yergue como obra fundacional de las citadas. Acá se encuentran numerosos antecedentes que se repetirán a lo largo de la obra de Bolaño, cuya función será continuar la historia nunca acabada, generada, retrocedida y adelantada en cada una de sus publicaciones. La saga de aventuras de Arturo Belano, cuya figura se funde a veces con la del mismo autor, encuentra su informe primo: el Belano quinceañero, aquel del que nada se supo en Los Detectives Salvajes, obra dedicada prácticamente a él y que siguiendo el estilo de Bolaño, utiliza personajes de menor importancia para referir los sucesos del que interesa. Lo mismo en Llamadas Telefónicas: relatos que remiten a otros relatos, breves pero importante noticias dentro de una historia más grande, personajes que sólo importan por lo que deben contar, testimonios oídos en un bar o alguna reunión y la siempre presente figura del indagador, el receptor que luego nos referirá algo, el cazador de cuentos, el detective: ¿A quién busca este hombre? ¿A un fantasma? Yo de fantasmas sé mucho, le dije la segunda tarde, la última que vino a visitarme, y él compuso una sonrisa de rata vieja, rata vieja que asiente sin entusiasmo, rata vieja inverosímilmente educada (...) le di trato de detective, tal vez mencioné la soledad y la inteligencia y aunque él se apresuró a decir no soy detective madame Silvestri, yo noté que le había gustado que se lo dijera, lo miré a los ojos cuando se lo dije y aunque aparentemente ni se inmutó yo noté el aleteo, como si un pájaro hubiera pasado por su cabeza (`Joanna Silvestri`). Pero esta certera identificación de narradores y/o personajes no sucede a menudo: gran parte de los relatos no poseen firma. La identidad del hablante permanece cuidadosamente oculta aunque a punto de revelarse por los datos, más o menos semejantes, que de sí mismo entrega en cada relación. Es el chileno que ha errado por México y España, que ha vuelto a Chile para volver a irse, el que recuerda con nostalgia, quien se encuentra en los lugares más insólitos con algún compatriota hostil, el lector compulsivo y escritor fracasado ¿Acaso una versión alterada del autor? ¿Del Bolaño exiliado en España desde 1977? Lo cierto es que ninguno de sus libros debe apartarse de su producción literaria. Individualizar uno de ellos (¡o uno, uno solo de sus cuentos!) es funcional, pero insuficiente. La última línea de Llamadas Telefónicas o de cualquiera de sus libros, nada dice de finales. Lo que genera este continuo movimiento dentro de sus obras es la captación de que Bolaño no sólo trata sus libros como parte de su vida, sino que se trata a sí mismo como parte de ellos. Esta inserción genera complejas encrucijadas y toma trabajo dilucidar si habla el personaje, el narrador, el autor, o incluso la conciencia inalcanzable del lector: Así supe algunas cosas que acaso hubiera preferido no saber, episodios que en nada contribuían a mi serenidad, historias de las que un egoísta debe protegerse siempre (`Clara`). El tratamiento literario de Bolaño estrecha la relación entre lector y lectura. Imposible leerlo sin implicarse, difícil saltarse un cuento y apurar la lectura. Difícil soportar su verdad, fácil no pensarla. Pero el compromiso está ahí, de uno depende encararlo, de uno evadirlo. Tamaño: 176 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos



Es un libro bello, largo y complejo. Consta de cinco partes que tienen ritmos y temas diferentes, pero que armonizan y convergen para conformar un todo inmenso, un relato multifacético que presenta la realidad social y la realidad individual en el siglo XX y el enigmático comienzo del XXI. Podría decirse que el protagonista es un escritor alemán que tiene un proceso de desarrollo singularísimo, dramático y cómico a la vez, que, careciendo de educación y capacidades comunicativas, escribe por puro talento y debe ocultar su identidad para protegerse del caos del nazismo, mientras que sus críticos lo buscan sin éxito por todo el mundo, todo lo cual conforma un relato que mantiene al lector en suspenso, de sorpresa en sorpresa. Pero eso no sería exacto. También podría decirse, y tal vez sería más cierto, que el protagonista de la novela es la maldad misma y la sinrazón del ser humano en el siglo XX, desde el noroeste de México hasta Europa Oriental, desde la vida liviana de unos críticos de literatura hasta las masacres de una aristocracia mafiosa en los pueblos del tercer mundo, pasando por la Segunda Guerra Mundial, el mundo del periodismo, el deporte (boxeo), la descomposición familiar y los establecimientos siquiátricos. El singular escritor alemán encarna, tal vez, la bondad y la autenticidad que resplandecen en medio de tanta maldad. Cada una de las cinco partes es una pequeña novela. Una serie de estupendos personajes secundarios dan vida a cinco cuentos que se entrelazan de forma insospechada. No obstante, es el conjunto el que presenta el cuadro fabuloso que el autor quiere comunicar. El estilo es sobrio, preciso, estricto, bello. El suspenso mantiene el interés del lector. Un verdadero ejemplo de literatura. Tamaño: 886 Kb, Narrativa, Contemporánea



Los perros románticos, fue una antología que reunió su trabajo escrito entre 1977, año en que llegó a Europa y 1990. Los poemas los agrupó en cinco capítulos temáticos de su interés: `Poetas`, `Detectives`, `Amores`, `Hospitales`, `Crepúsculos`. Por esta obra recibió el Premio Literario Ciudad de Irún 1994. Este premio fue instituido por la Fundación Kutxa con el objetivo de estimular la creatividad literaria y contribuir a su difusión social. El jurado que le otorgó el galardón, estuvo integrado por Francisca Aguirre, Antonio Colinas, Ángel García Ronda, Félix Grande y Pepe Hierro. En la edición publicada por la Fundación Kutxa, Bolaño escribió: `Siempre me ha costado reflexionar sobre mi poesía o sobre el oficio de poeta. Las pocas veces que lo intenté, al leerme, me sentí como un tipo ridículo que mete la pata hasta el cogote, nunca dije lo que de verdad quería decir. Pequé por exceso o por mesura. Tal vez eso sea lo que el espejo nos devuelve -acierto más, acierto menos- de nuestro trabajo: jóvenes ridículos y mal vestidos, poetas mendicantes, viejos detectives latinoamericanos que se pierden en una investigación vana y peligrosa. El oficio carece de consuelo, como no sea el que malignamente nos ofrece Boecio. Lo sabía Garcilaso, que escribió: `La mar en medio de tierras he dejado/ de cuanto bien, cuidado, yo tenía, / yéndome dejando cada día, / gentes, costumbres, lenguas he pasado. Garcilaso, muerto a los 33 años de una herida en la cabeza`. La mujer que amaba, doña Isabel Freyre, fue más lista: se casó con un comerciante rico, Fonseca, llamado `El Gordo`. Y la lista es interminable. Además, según me dicen, cada día se lee menos poesía. Como en los tiempos antiguos en que a los poetas sólo los leían los poetas. Así, pues, no es que optemos por la humildad sino que no nos queda otro remedio`. (Bolaño, Roberto. Los perros románticos. Zarautz: Fundación Social y Cultural Kutxa, 1993, 91 p.) ------------------- LA POESÍA DE ROBERTO BOLAÑO Por Carlos Huerga Roberto Bolaño es ante todo poeta, lo es porque fue poeta antes que novelista, porque fue incansable lector de poesía antes que de novelas y porque su sensibilidad, su mirada incisiva es la del poeta. Él siempre reconoció su admiración por los poetas arcaicos griegos o los simbolistas franceses, pero sus gustos son vastos y eclécticos: Borges, Whitman, los beatniks, poetas y juglares medievales, Virgilio, Nicanor Parra, Poe... Sin embargo y a pesar de sus preferencias poéticas, Bolaño tiene como todo poeta y artista una personalidad y un mundo poético propios. Es cierto que su poesía y su prosa se dan de la mano, porque la personalidad literaria del escritor chileno no conoce fronteras estructurales o genéricas. Por ejemplo, la novela Amberes tiene mucho de poemas y su poemario Prosa del otoño en Gerona (perteneciente al libro Tres) tiene mucho de novela (ya sugerido en el propio título). ¿Dónde se distinguen los géneros? ¿Qué delimita la poesía de la prosa? Lo que está claro es que Bolaño es un poeta que también escribe novelas, pero por su mirada, su sensibilidad, su lenguaje y su misterio es siempre un poeta: ¿o no les parece que también lo son Cortázar y Proust? En cuanto a posibles influencias creo que no es fácil detectarlas en alguien tan ecléctico y que sabe sintetizar muy bien las lecturas. Pero las hay, como por ejemplo, los poetas arcaicos griegos o incluso los latinos, en el lenguaje dado a la oralidad (tan significativo en Bolaño). Además la poesía de Bolaño contiene verdaderos cantos y elegías pero sin el tono declamatorio de los poetas clásicos, con ecos de Arquíloco u Homero. Aunque Bolaño dejó claro que le privaba Rimbaud y otros poetas franceses de los llamados simbolistas, no parece haber analogías o influencias notables de aquéllos, dado que los simbolistas suelen resultar herméticos y a veces intelectualizan los poemas y Bolaño huye de esas cualidades, si bien se aprecia cierta visión inédita y misteriosa unida a una tensión que nos ofrece una mirada nueva de la realidad. Sí es más claro la desesperación y la huida hacia delante (propia de Rimbaud) y la admiración de la belleza (propia de Baudelaire). También tiene otros puentes con cierta poesía beat, como Allen Ginsberg, en el verso prosaico, el lenguaje coloquial e intenso, a veces deudor del realismo sucio y la visión descarnada y crítica con el sistema, tan típica del movimiento beat (que por cierto también tienen su impronta en Los detectives salvajes). Pero todavía podríamos añadir en algunos poemas de Bolaño, que no en todos, visiones alucinatorias, pasajes oníricos que indudablemente nos llevan a poetas como el Ginsberg de los poemas `Aullido` o `Supermercado en California`. En este sucinto repaso de posibles influencias, la figura reconocida por Bolaño de Nicanor Parra no puede pasar desapercibida: los antipoemas de Parra contienen algunos elementos propios de Bolaño, como la ironía, el discurso semi-narrativo, lenguaje coloquial, escepticismo y sobre todo un ejemplo de personalidad literaria al margen de las modas y el Mercado. La poesía de Parra se mueve entre lo tradicional y la transgresión, y tal vez sea esta dualidad la que mejor define, no sólo la poesía, sino toda la obra de Bolaño. POESÍA Y PROSA Roberto Bolaño tiene varios poemarios desperdigados por México y España en ediciones marginales y prácticamente inencontrables y también tiene poemas en algunas antologías de poesía hispanoamericana, pero básicamente se conocen dos libros publicados en España: Los perros románticos (Lumen) y Tres (El Acantilado). El primero contiene poemas escritos entre 1980 y 1998, por lo que se da cuenta de gran parte de su obra poética. Sin embargo, queda todavía la necesaria labor de reunir su importante obra poética que esperemos no tarde mucho en suceder. Pere Gimferrer habla en el prólogo de Los perros románticos de que la prosa de Bolaño `es una forma, apenas enmascarada, de poema e incluso de antipoema`. Ya he aludido la influencia de Parra, al prosaísmo mezclado con el lenguaje oral. La poesía de Bolaño es hermana de su prosa. Él mismo dijo (en nuestra entrevista) que su poesía es platónica y su prosa aristotélica. Yo diría que Roberto Bolaño, el escritor, es homérico. O que su obra cobra dimensiones homéricas. Bolaño no busca la metáfora perfecta y sin embargo es un gran poeta. Lo es porque demuestra un uso del lenguaje personal y depurado, preciso y sugerente a la vez, y aunque apenas existen metáforas en su poesía sí abundan las imágenes y la plasticidad y una nueva mirada de la realidad. Hay varios temas comunes en sus poemas de Los perros románticos. La vida como fuente de vida, la memoria, la frustración, la intensidad de la vida. Pero también la literatura como tema propio. Incluso en el mayor número de veces mezcla como es usual en él la literatura y la realidad: poemas como `Fragmentos` o `Soni` son muestra de ello. En otros como `Resurrección` aborda una personal poética. Por otra parte resulta curiosa la analogía temática de su libro de poesía Los perros románticos con su novela Los detectives salvajes. Rodrigo Fresán ya sugirió que se podrían intercambiar los títulos por Los perros salvajes y Los detectives románticos y la verdad es que no le falta razón. Los personajes que deambulan en los poemas de Los perros románticos son los mismos que los de Los detectives salvajes: Mario Santiago y el propio Bolaño (que son Ulises Lima y Arturo Belano en la novela) y los espacios son similares por no decir iguales: un México caótico y romántico, crepúsculos en Barcelona y algunos títulos de los poemas como `Los detectives perdidos` o `Soñé con detectives helados en el gran...`. Además, los perros, los poetas y los detectives suelen ser seres desarraigados, marginados en medio del camino. Esto no hace sino confirmar que la obra de Bolaño dialoga consigo misma. En el libro Tres encontramos tres poemarios distintos: Prosa del otoño en Gerona muestra a un Bolaño más impreciso de lo habitual y con un lenguaje intenso. Se trata de fragmentos que relatan un desencuentro amoroso pero con una intensidad que oscila entre el sueño y la alucinación que tanto gustaban a Bolaño. En todo caso es una poesía diferente a la que cultivará más tarde, de hecho, si hacemos caso de la fecha que añade al final del poemario (1981) es cercana al libro Amberes (escrita a principios de los 80 aunque publicada recientemente) y es que hay varias similitudes argumentales e incluso de estilo. Los Neochilenos es un poema largo a medio camino entre la épica y el road-movie. Con un lenguaje mucho más sencillo, totalmente oral, con una argumentación que recuerda a la poesía beat. Pero como siempre, Bolaño mezcla registros e influencias, por lo que nunca podemos decir que no tiene algo personal del propio Bolaño: la ironía, el viaje, el entorno político y social sesgado por la dura realidad hispanoamericana. Como es tan usual en el escritor chileno, los personajes son jóvenes con ilusiones que se ven vencidos por la realidad. Y el último poemario de Tres es Un paseo por la literatura donde otra vez Bolaño cambia de registro para sumergirse en una serie de fragmentos que están relatados y poetizados desde los sueños con escritores y rindiendo varios homenajes. Una vez más Bolaño sorprende por su mirada alucinada y enigmática, tal vez influenciado por el surrealismo. Aunque Roberto Bolaño es conocido mayormente como novelista, las claves de su obra y su personalidad están ya dadas en sus poemas de juventud, y en ese libro que recoge una buena parte de su poesía que es Los perros románticos. Tamaño: 2.192 Kb, Poesía,América



La novela narra la búsqueda de la poetisa mexicana Cesárea Tinajero, por parte de dos jóvenes poetas y ocasionales vendedores de droga, el chileno Arturo Belano y el también mexicano Ulises Lima. Bolaño utiliza a estos personajes para componer una ficción en la que se mezclan las ciudades y los personajes, en un homenaje a la poesía. La obra se divide en tres partes. La primera y la última comprenden la búsqueda de Tinajero por parte de Belano, Lima y un joven seguidor, Juan García Madero. En la segunda, un narrador innombrado sigue las pistas de los dos poetas a lo largo de 20 años y recorre el mundo, partiendo del DF, y pisando entre otros lugares, Managua, París, Barcelona, Tel Aviv, Austria y África. Antes de partir, Lima y Belano forman un grupo, un movimiento de poesía, llamado los real visceralistas, un homenaje al estilo de Tinajero, que se desintegra poco después de su partida. El libro se estructura como una serie de testimonios tomados por un autor desconocido, de los miembros, sus allegados y las personas con las que Lima y Belano tuvieron contacto en sus viajes. Los testimonios, narrados en primera persona, no siguen nigún orden aparente, lo que ha servido a algunos críticos para comparar Los detectives salvajes con Rayuela de Cortazar. Belano es considerado por algunos críticos como el alter ego de Roberto Bolaño. Tamaño: 909 Kb, Narrativa,Contemporánea


Dos poemarios y un largo poema de distintas épocas recoge este volumen titulado `Tres`: `Prosa del otoño en Gerona`, `Los neochilenos` y `Un paseo por la literatura`. Tres recorridos por ese perfil en el que la experiencia de lo real y la imaginación se mezclan, a veces con la magia del gusto luminoso y otras con la resaca agria de algunas desilusiones. Una ciudad silenciosa y borde, el viaje tumultuoso de tres latinoamericanos por Perú y los sueños que hacen de Roberto Bolaño un espejo por el que entrar, son protagonistas de estos libros llenos de fragmentos. Fragmentos poéticos que narran como un caleidoscopio girando la memoria. Bolaño es un detective abarrotado de líneas por descubrir. DAVID MAYOR --------------------------------------------------- UNA SÍNTESIS MESTIZA Por Alejandro Zambra Un par de cuñas de T. S. Eliot bastarían (han bastado) para subvalorar la poesía de Roberto Bolaño. Prosaísmo, sería el primero de los cargos -que el autor apoyaría con gusto- y, la conclusión, un chiste de estelar televisivo: `como poeta es un excelente narrador`. Ese tipo de lecturas (favorecidas entre nosotros por la oscura persistencia de un fundamentalismo pragmático, acrítico) ignoran la extrema consciencia compositiva que entraña y a veces ostenta la literatura de Bolaño. Los cruces genéricos son constitutivos del proyecto del autor, rasgo evidente en La literatura nazi en América y, en mayor o menor medida, presente en toda su obra. No es raro, entonces, que al lector le cueste distinguir peras de manzanas o que, por el prurito de separarlas, termine reduciendo el aspecto extraño e ilegible de toda obra de arte. Sin ir más lejos, cuando recientemente escribí sobre Nocturno de Chile no enfaticé como deseaba la fluidez lírica de la novela, su eficacia como construcción poética. Los poemas de Tres (`Prosa del otoño en Gerona`, `Los neochilenos` y `Un paseo por la literatura`), en cambio, desarrollan un sólido y por momentos delirante rodeo en torno a lo que históricamente conocemos como Poesía, a la vez que marcan direcciones relativas en el interior del mapa literario de Roberto Bolaño. En `Prosa del otoño en Gerona` una voz (que oscila entre las posiciones de narrador y protagonista) alude a personajes y códigos desconocidos por el lector (`el Momento Atlántida`, la `Universidad Desconocida`, `el jefe`), dejando apenas el surco para entrever las circunstancias de un desencuentro amoroso. Consecuentemente, el lenguaje alcanza en este poema su más lírica opacidad: `Es divertido, en el cuarto, además del reflejo que lo chupa todo (y de ahí el hoyo inmaculado), hay voces de niños, preguntas que llegan como desde muy lejos. Y detrás de las preguntas, lo hubiera adivinado, hay risas nerviosas, bloques que se van deshaciendo pero que antes sueltan su mensaje lo mejor que pueden. `Cuídate.` `Adiós, cuídate.` (No solo el uso de la segunda persona recuerda a la novela de Georges Perec El hombre que duerme. El mismo autor es constantemente aludido en `Un paseo por la literatura`). `Los Neochilenos`, dedicado a Rodrigo Lira, es un poema harto diferente que se conecta con el sector más sucio de la obra de Bolaño. El poema mezcla registros épicos con ciertos mecanismos propios de una road movie para abordar la historia de unos jóvenes músicos que recorren el norte de Chile. Temas de este poema son el fracaso de una generación y la deconstrucción de la travesía del héroe: el mito o el fantasma del detective salvaje latinoamericano. En `Un paseo por la literatura`, en cambio, el tema es la promiscua cohabitación de autores y lecturas en la cabeza del escritor. Más bien en sus sueños, ya que el `Soñé que...` presente en Los perros románticos es aquí un procedimiento constructivo. El resultado es un cocktail que seguramente solo disfrutarán quienes suelen encariñarse con este tipo de ejercicios estilísticos. Me cuento entre ellos y muestro un botón: Soñé que una tarde golpeaban la puerta de mi casa. Estaba nevando. Yo no tenía estufa ni dinero. Creo que hasta la luz me iban a cortar. ¿Y quién estaba al otro lado de la puerta? Enrique Lihn con una botella de vino y un cheque de la Universidad Desconocida. Las partes de Tres ponen en relación discursos amorosos, políticos y estéticos en un entramado complejo de ritmos y humores. De la suma de estas escrituras diversas bien podría resultar un modelo a escala de la obra de Roberto Bolaño. O, al menos, una muy mestiza síntesis de las preocupaciones de un escritor que desde hace rato desestabiliza el sistema crítico de la literatura chilena. Tamaño: 43 Kb, Poesía,América


A un discípulo de Mesmer le encargan que cure el hipo que sufre un sudamericano pobre abandonado en un hospital de París en la primavera de 1938. En apariencia, nada puede pasar. Sin embargo el mesmerista Pierre Pain se verá envuelto en una intriga en donde se planea un asesinato ritual de proporciones planetarias. ¿Quién es el sudamericano que agoniza en el hospital Arago? ¿Por qué unas fuerzas ocultas desean su muerte? ¿Qué se pierde y qué se gana con esa muerte? Sólo Pierre Pain se da cuenta de lo que se teje entre bastidores. Y él no es un héroe sino un hombre común y corriente: solitario, secretamente enamorado de madame Reynaud, delicado, pacífico, descreído, el menos indicado para intentar resolver una historia extraordinaria a mitad de camino entre la casualidad y la causalidad, una aventura a vida o muerte en donde se pondrá en juego el amor, la soledad, la dignidad y el valor del ser humano, el delirio, la irremediable tristeza. Una insólita novela en la que el autor de Los detectives salvajes, premiado con el Rómulo Gallegos, exhibe su no menos insólita altura literaria.A un discípulo de Mesmer le encargan que cure el hipo que sufre un sudamericano pobre abandonado en un hospital de París en la primavera de 1938. En apariencia, nada puede pasar. Sin embargo el mesmerista Pierre Pain se verá envuelto en una intriga en donde se planea un asesinato ritual de proporciones planetarias. ¿Quién es el sudamericano que agoniza en el hospital Arago? ¿Por qué unas fuerzas ocultas desean su muerte? ¿Qué se pierde y qué se gana con esa muerte? Sólo Pierre Pain se da cuenta de lo que se teje entre bastidores. Y él no es un héroe sino un hombre común y corriente: solitario, secretamente enamorado de madame Reynaud, delicado, pacífico, descreído, el menos indicado para intentar resolver una historia extraordinaria a mitad de camino entre la casualidad y la causalidad, una aventura a vida o muerte en donde se pondrá en juego el amor, la soledad, la dignidad y el valor del ser humano, el delirio, la irremediable tristeza. Una insólita novela en la que el autor de Los detectives salvajes, premiado con el Rómulo Gallegos, exhibe su no menos insólita altura literaria. --------------------------------- LA CURACIÓN POR EL DOLOR Por Leo Mendoza En una conversación de bar parisino, monsiuer Pain discute sobre mesmerismo con otro paciente -quizá un farsante-, que le recuerda que uno de los practicantes de esta teoría (que pretendía curar mediante el uso del magnetismo) fue el médico inglés Hell, apellido que, discurren los dos, significa infierno. Curiosamente no llevan la analogía más allá, pero quizá en esta charla se encuentra una de las claves de la sorprendente novela del narrador chileno, avecindado en España, Roberto Bolaño, Monsieur Pain, que la editorial Anagrama reeditó recientemente. A lo largo de toda la historia, los nombres de los protagonistas son parte fundamental del misterio y llevan a este seguidor de las enseñanzas de Mesmer a un insólito viaje por el París de la primera posguerra, en donde convalece César Vallejo y aún resuenan los disparos de la guerra civil española. La historia ocurre en 1938 e inicia cuando madame Reynaud, una viuda joven a la que Pierre Pain ama en silencio, le pide a éste -que asistió en la agonía a su esposo- que ausculte al poeta peruano, convaleciente en un hospital a causa de un ataque de hipo. Esta petición es el detonador de una aventura inquietante donde tienen cabida tanto los seguidores de Mesmer como ciertos conspiradores de origen español, e incluso las investigaciones metafísicas de Pierre Curie forman parte de la intriga. La novela de Bolaño es un pastiche, un collage de situaciones que poco a poco sugieren una historia aún más oscura: la de una conspiración maligna no sólo contra el poeta que agoniza sino también contra ciertas teorías que, como el propio mesmerismo, rechazan la verdad científica oficial. Monsieur Pain será el encargado de descubrir los hilos de esta trampa, pero al realizar su investigación sólo encontrará lo que profetiza su apellido. Incapaz de enfrentar a los verdugos, el protagonista de la novela callará para siempre lo que descubrió o aquello que simplemente creyó intuir. Bolaño, cuya novela Los detectives salvajes ha conocido un éxito inusitado, se muestra aquí como un narrador de buena mano: algunos protagonistas fueron personas reales y algunos de los hechos que ocurren en la novela -la muerte de Curie o la de Vallejo- sucedieron realmente, pero el autor ha mezclado de tal suerte las historias que el resultado es inquietante y, por momentos, perturbador. Pain es la clave, lo que leemos es la historia de un momento de su vida y su fracaso tanto en el amor como en la resolución de un misterio que está más allá de sus propias fuerzas. Para hacer aún más profundo el enigma, al final de la obra el autor plantea la vida de sus protagonistas a través de diversas voces que prefiguran los testimonios acerca de sus `detectives``. Y de alguna manera el epílogo hace aún más inquietante el destino de Pain, las casualidades que lo llevaron a encontrarse, en una ciudad plagada de surrealistas, con dos fabricantes de cementerios marinos que desprecian a los seguidores de André Breton, así como con un mundo nocturno repulsivo y atrayente donde la única persona que parece comprenderlo es un portero argelino. Porque si bien monsieur Pain es incapaz de vestirse de héroe, el azar y sus leyes lo llevan por caminos jamás imaginados para concluir en el fracaso. Por eso su personalidad nos toca a todos. Pain representa al hombre que espera la derrota final, a quien no lo redime ni siquiera un último acto de rebeldía. El protagonista de la novela de Bolaño vive una aventura que no esperaba pero también padece, como todo solitario, el terror a la oscuridad, la sospecha que anida en el corazón de los amantes desesperanzados y silenciosos. Y si parece que al final que no ocurre nada -o al menos eso podemos creer-, la verdad es que las peripecias del señor Pain son las que mantienen pendiente al lector hasta la última página. La novela en conjunto no es más que una gran trampa en la que caemos fácilmente. Pero de eso se trata precisamente: de seguir a Pierre Pain a lo largo de un periplo que lo llevará (y a nosotros con él) al desencanto. Si bien Monsieur Pain no es la más lograda de las novelas de Roberto Bolaño, sí prefigura algunos de sus temas y ese estilo personal que ha convertido al escritor chileno en una de las más gratas revelaciones de la prosa latinoamericana de los últimos años. Tamaño: 256 Kb, Narrativa,Realista


B y el padre de B salen de vacaciones a Acapulco. Parten muy temprano, a las seis de la mañana. Esa noche, B duerme en casa de su padre. No tiene sueños o si los tiene los olvida nada más abrir los ojos. Oye a su padre en el baño. Mira por la ventana, está oscuro. B no enciende la luz y se viste (?) El paisaje al principio, ocupa toda la atención de B, que tiende (o eso cree él) a la melancolía, pero al cabo de las horas las montañas y los bosques se hacen monótonos y B prefiere dedicarse a leer un libro. Tamaño: 24 Kb, Narrativa, Realista


Roberto Bolaño Como ya tengo 44 años, voy a dar algunos consejos sobre el arte de escribir cuentos. 1) Nunca abordes los cuentos de uno en uno, honestamente, uno puede estar escribiendo el mismo cuento hasta el día de su muerte..... Tamaño: 140 Kb, Literatura, Estudios


El Tercer Reich, escrita en el año 1989, es una espléndida novela de la primera etapa de Roberto Bolaño, un extraordinario escritor que comenzaba a construir con mano maestra su mundo, su lenguaje, a depurar sus influencias y maestros, donde ya aparecen algunos de sus grandes temas, como las extrañas formas y deformaciones del nazismo, o que la cultura -los juegos, o la literatura- es la realidad. Tamaño: 982 Kb, Narrativa, Histórica




Sebastián Urrutia Lacroix, sacerdote del Opus Dei, crítico literario y poeta mediocre, revisa su vida en una noche de fiebre alta en la que cree que va a morir. Y en su delirio febril van apareciendo Jünger y un pintor guatemalteco que se deja morir? Tamaño: 505 Kb, Narrativa, Contemporánea


El autor comenzó a escribir esta novela en los años ochenta y la continuó redactando hasta su muerte. Sus historias y personajes transitan por Estrella distante, Llamadas telefónicas, Los detectives salvajes y 2666. Amalfitano, exi­liado chileno, profesor universitario, viudo con una hija adolescente, nos descubre a través de la narración el desencanto político, su amor a la poesía, que le obliga a abandonar Barcelona tras un escándalo. Logra acogerse de nuevo a la universidad, pero esta vez en la lejana Santa Teresa, donde habitan oscuras historias de mujeres asesinadas o el mago Arcimboldi, que es asimismo un escritor francés y cuya obra narrativa despliega la complejidad de otra asombrosa literatura. Una novela apasionante y caleidoscópica, lírica e intensa, pero también cómica. Prólogo de J. A. Masoliver Ródenas. Tamaño: 1.015 Kb, Narrativa, Contemporánea


El secreto del mal es el cuarto libro de cuentos, y el segundo de manera póstuma, del escritor chileno Roberto Bolaño (1953-2003), publicado en 2007 por la Editorial Anagrama en Barcelona, España, donde el autor falleció a la edad de 50 años. Este libro fue publicado el mismo año que el libro de poemas La Universidad Desconocida, coincidiendo también con el lanzamiento de Los detectives salvajes en Estados Unidos. El orden de los cuentos fue determinado por los editores. Como es lo usual en la obra del autor, el libro incluye también algunos ensayos y conferencias. Tamaño: 1.229 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos


Consejos de un discípulo de Morrison a un fanático de Joyce es una novela escrita en forma conjunta por el escritor chileno Roberto Bolaño y el español A. G. Porta, terminada de escribir en 1983 y publicada inicialmente en 1984, año en que fue galardonada con el Premio Ámbito Literario, y posteriormente reeditada en 2006 por la Editorial Acantilado, junto con el cuento inédito Diario de bar, también escrito por ambos. Para los dos escritores esta fue la primera novela de su producción. Inicialmente pensaron en titularla «Flores para Morrison», pero finalmente optaron por este, que refiere tanto a Jim Morrison como a James Joyce, aludiendo a un poema de Santiago Papasquiaro titulado «Consejos de un discípulo de Marx a un fanático de Heidegger». Según el propio Bolaño, en esta novela se habla «de la violencia». La novela cuenta la historia del narrador y protagonista catalán Ángel Ros y de su novia sudamericana Ana Ríos Ricardi, quienes se ven envueltos en constantes episodios de violencia, al mismo tiempo que Ros reflexiona sobre su obra siempre inacabada, Cant de Dèdalus anunciant fi, cuyo protagonista es Dédalus, inspirado tanto en su propia vida como en la de Ana. La novela está situada casi en su totalidad en la ciudad de Barcelona, mencionando otros lugares como Gerona o París. Además aparecen fugazmente el mismo Roberto Bolaño y su amigo, el poeta mexicano Mario Santiago Papasquiaro, el primero en la calle Tallers de Barcelona, y el segundo en París, ciudades donde ambos vivieron durante un tiempo en la vida real. Bolaño aparecería más adelante en varias de sus obras bajo el álter ego de Arturo Belano, mientras que con Mario Santiago serían los protagonistas de su novela Los detectives salvajes, adoptando este último el nombre de Ulises Lima. Tamaño: 748 Kb, Narrativa, Varios


El espíritu de la ciencia-ficción transcurre en México DF durante los años setenta y narra la vida de dos escritores jóvenes que intentan vivir de la literatura. Mientras Remo Morán busca incansablemente la manera de subsistir sin abandonar su sueño, Jan Schrella vive confinado en la pequeña buhardilla que ambos comparten, desde donde envía cartas delirantes a sus escritores de ciencia-ficción favoritos. En la ciudad y en sus vidas todo lo importante parece suceder en ese momento mágico y efímero que separa la noche del día, en ese filo delgadísimo en el que cualquier amor puede tornarse desamor y toda obsesión puede ser el germen de un futuro éxito. Bolaño escribió esta novela a comienzos de la década de los ochenta y, como ocurrió con gran parte de su obra, volvió sobre ella durante mucho tiempo. Aquí se encuentra ya la esencia del fascinante universo literario del autor. El mejor Bolaño, el que escribe apasionadamente sobre temas como la búsqueda, la literatura, el amor, la juventud, la amistad, el humor y la rebeldía está ya en este libro. Tamaño: 3.427 Kb, Narrativa, Varios


Una clave más del universo literario de Roberto Bolaño, uno de los escritores imprescindibles de la literatura contemporánea en español. «La vida da muchas vueltas, señor Belano, la aventura no termina nunca...» Escritor incansable, Roberto Bolaño se desenvuelve con igual maestría en las novelas de largo aliento que le han dado fama universal y en los relatos y novelas cortas. Este volumen incluye tres novelas inéditas -«Patria», «Sepulcros de vaqueros» y «Comedia del horror de Francia»- en las que está presente lo mejor del genio literario del autor chileno: el Mal, la violencia, la historia, la literatura, la ironía, México, Chile, el amor, el suspense, la búsqueda... a lo que se suma alguno de sus personajes más célebres, como el ubicuo detective salvaje Arturo Belano. Tamaño: 5.003 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos


«Escribiendo poesía en el país de los imbéciles. / Escribiendo con mi hijo en las rodillas. / Escribiendo hasta que cae la noche / con un estruendo de los mil demonios. / Los demonios que han de llevarme al infierno, / pero escribiendo.» Roberto Bolaño se sintió siempre, en esencia, un poeta, pese a que el reconocimiento mundial le llegó por su narrativa. Este volumen recoge, además de los publicados en La Universidad Desconocida, Los perros románticos y Tres, más de sesenta poemas que aparecieron en revistas, plaquettes y volúmenes colectivos en sus comienzos literarios y que desde entonces han permanecido inencontrables. En su poesía, ahonda en los temas fundamentales de su literatura: el amor, la muerte, el exilio, la literatura o la política. La economía expresiva, la audacia formal y temática, el vanguardismo, la provocación y la tensión poética convierten a Bolaño en uno de los exponentes más singulares y modernos de la poesía contemporánea en español. «Vio en la poesía una forma de rebeldía y una intriga existencial que engrandecía la vida. Es curioso, porque sin esa apelación a la poesía no se puede entender el conjunto de su obra. Hay poesía escondida en sus novelas y hay novelas interrumpidas en su poesía. Porque todo son palabras. Bolaño buscó aquellas que más dolían o más decían, o más escondían, o más cercanas estaban de lo que el propio Bolaño vivió.» Del prólogo de Manuel Vilas. Tamaño: 9.366 Kb, Poesía, Antologías


Los cuentos de Bolaño condensan todo su universo literario, uno de los más rupturistas y personales de la creación en español: la literatura, la sexualidad, lo cotidiano y lo extraordinario, la rebeldía de los que viven en el límite de la marginalidad, el viaje como huida y como forma de vida, la juventud, la violencia, las tramas policiales y el arte como obsesión. Salvo «El contorno del ojo» -hasta hoy solo publicado en 1983 en un volumen colectivo-, el resto de los relatos aparecieron originalmente en Putas asesinas, El gaucho insufrible, Llamadas telefónicas y El secreto del mal. Pero aquí, reunidos todos, cada uno de ellos se enriquece y adquiere un significado diferente en el diálogo que establece con los demás. Tamaño: 1.538 Kb, Narrativa, Relatos Cortos y Cuentos


Todos los textos de no ficción escritos por Roberto Bolaño: pequeñas piezas maestras de uno de los escritores más originales de la literatura contemporánea en español. Tamaño: 3.528 Kb, Literatura, Estudios


El centenar de piezas reunidas en este volumen configura algo así como una «cartografía personal» de Roberto Bolaño y lo que más se acerca a una especie de «autobiografía» fragmentada. Todas las piezas fueron escritas por Bolaño entre 1998 y 2003, en el periodo que va de la publicación de Los detectives salvajes hasta su muerte. Todas las escribió Bolaño «entre paréntesis» de su incesante actividad como narrador y como poeta, que inevitablemente resuena en una páginas, que a su vez, contribuyen a desvelar las claves de su talante como creador. Junto a la mayor parte de las columnas, artículos y reseñas que Bolaño publicó en la prensa de España y de Latinoamérica, se recogen aquí prólogos y otros escritos dispersos, así como los textos de algunos discursos o conferencias. Los libros de Bolaño acusaron desde muy pronto una marcada tendencia a circular, sin mayores problemas, de un género a otro. De ahí que este volumen, que tiene mucho de dietario en el que su autor anota lecturas (siempre perspicaces), recuerdos, conversaciones y anécdotas de todo tipo, se engarce con naturalidad con sus íntimos volúmenes de relatos y no deja de incluir pasajes netamente narrativos, junto a otros de carácter más ensayístico, o autobiográfico, o crítico, cuando no abiertamente polémico y visceral, en todo momento humorístico. Entre los ocho bloques en que se divide el volumen, de cuya edición se ha ocupado el crítico Ignacio Echeverría, ofrecen un particular interés los materiales agrupados bajo el título «Fragmentos de un regreso al país natal», su regreso a Chile en 1998, tras veinticinco años de ausencia. En «Tres discursos insufribles» se prolonga la vena impertinente y desinhibida del autor, mientras que en «El narrador en la intimidad» encontramos pistas sobre lo que el propio Bolaño llama su «cocina literaria». Tamaño: 1.468 Kb, Literatura, Biografías

 

BIOGRAFÍA:

Roberto Bolaño Ãvalos (Santiago de Chile, 28 de abril de 1953 - Barcelona, 15 de julio de 2003) fue un escritor y poeta chileno, autor de más de una veintena de libros, entre los cuales destacan sus novelas `Los detectives salvajes`, ganadora del Premio Herralde en 1998 y el Premio Rómulo Gallegos en 1999, y la póstuma `2666`.
Después de su muerte se ha convertido en uno de los escritores más influyentes en lengua española, como lo demuestran las numerosas publicaciones consagradas a su obra y el hecho de que tres novelas, además de las ya citadas `Los detectives salvajes` y 2666, la breve `Estrella distante`, figuren en los 15 primeros lugares de la lista confeccionada en 2007 por 81 escritores y críticos latinoamericanos y españoles, con los mejores 100 libros en lengua castellana de los últimos 25 años.
Su obra ha sido traducida a numerosos idiomas, entre ellos inglés, francés, alemán, italiano y holandés, teniendo al momento de su muerte 37 contratos de publicación en diez países, y postumamente extendiéndose a otros más, entre ellos Estados Unidos, ascendiendo a 50 contratos y 49 traducciones en doce paí­ses, todos ellos previos a la publicación de 2666, su novela más ambiciosa. Además, el autor goza de excelentes críticas tanto de escritores como de críticos literarios contemporáneos, siendo considerado uno de los grandes autores hispanoamericanos del siglo XX, junto con otros escritores de la talla de Jorge Luis Borges y Julio Cortázar, con quien suele ser comparado.
Entre las novelas, se encuentran `Consejos de un discí­pulo de Morrison a un fanático de Joyce` (1984), `La senda de los elefantes` (1984), `La pista de hielo` (1993), `La literatura nazi en América (1996), `La estrella distante` (1996), `Los detectives salvajes` (1998), `Amuleto` (1999), `Nocturno de Chile` (2000), `Amberes` (2002) y `Una novelita lumpen` (2002).